Siempre pensé que esta manera tan heterodoxa de legislar era producto de la impenitente comodidad de un legislador cada vez más instalado en la vagancia, que prefería abandonar la "elegantia iuris" por la "pachorra iuris". Pero, después de leer la Ley 54/2007, de 28 de diciembre, de Adopción Internacional, me comienza a dar la impresión de que esa técnica consistente en esconder las modificaciones de leyes importantes entre las Disposiciones Adicionales o Finales de otras leyes puede responder al deseo de que la novedad pase desapercibida.
Comentarios
Como no hay cosas que hacer en los juzgados y los jueces se aburren...
No lo leereis en las noticias, no es popular hablar de ello, pero muchos juristas hablan ya claramente de la obsesión punitíva o del paroxismo punitivo del Estado
Me ha gustado mucho el artículo.