Hace 15 años | Por Nikochan a espaicritic.blogspot.com
Publicado hace 15 años por Nikochan a espaicritic.blogspot.com

Google no edita, no escribe, no tiene un código deontológico o un libro de estilo, pero lo sabe todo. Es dios.

Comentarios

r

Dios, hacia tiempo que no vea un texto con tantos errores. Cada frase que describe a Google comete un error. No ha dado ni una!

Google no edita, no escribe, no tiene un código deontológico o un libro de estilo, pero lo sabe todo.

Posiblemente los ingenieros de Google han escrito más lineas que el más prolífico de los escritores que han existido. Y claro que hay un libro de estilo.

Porque el algoritmo más potente de la red, que sin duda merece muchos premios, carece de individualidad; imposible averiguar quién hay detrás de ese magma inabarcable de registros, inútil identificar la pista de quienes mueven los hilos para vomitar toneladas de palabras.

Otra vez. Los ingenieros de Google tienen nombre y apellidos. Cada uno sabe en lo que trabaja, cada uno sabe lo ha hecho. El control de versiones guarda quien ha escrito cada letra, cada punto y cada coma. Incluso muchos son investigadores conocidos que publican en foros científicos. Eso si, no salen en el Tomate ni en el Hola, con lo que es posible que sean desconocidos para muchos periodistas.

Google, lejos de jerarquizar la información, se limita a extenderla encima de su alfombra infinita, a veces sin otro orden que el puramente comercial.

Y se queda tan ancha. Google alcanzó su fama y su prestigio precisamente por jeraquizar la información usando puramente el contenido y la estructura de la red. Es imposible seguir criterios comerciales con la cantidad de información que procesa Google. Además, Google deja bien claro cuando un enlace es patrocinado, remarcándolo con colores y diciéndolo expresamente.

erbauer

Un títular poco original....

emulenews

Y Microsoft es "Gran Hermano" (quiere leer tu mente http://www.neoteo.com/microsoft-puede-leer-tu-mente.neo, quiere grabar toda tu vida en vídeo http://research.microsoft.com/~gbell/Bell_MyLifeBits_Alpbach_0408.ppt, etc.)

elgato79

Solo para nostalgicos y para contrarestar un poco: "Do You Yahoo??"

N

Cuando el artículo sostiene que Google no tiene individualidad no está diciendo que salga de la nada, lo que afirma es que no se puede comparar una potente herramienta como es Google con el trabajo de un buen periodista, que tiene su propio criterio así como una mirada personal sobre la realidad que describe. La máquina de escribir también tiene inventor, y seguro que se elaboraron muchos documentos escritos sobre su diseño y funcionamiento, pero no por ello deja de ser una herramienta a la que no tendría sentido premiar con el Príncipe de Astúrias. Y no porque no sea un gran invento, sino porque no es el contexto adecuado. Seguro que Google es fruto del trabajo de grandes profesionales. Pero entonces, ¿por qué no premian a esos profesionales a título personal?
Dices que Google tiene libro de estilo. Me gustaría saber en qué consiste, y qué se entiende por "estilo" en Google. Otra cosa es que atienda a pautas concretas y siga determinados protocolos. Esto es evidente.
También es evidente que Google es un referente para muchísimas estrategias comerciales. Por eso existen empresas especializadas en el posicionamiento en Google, precisamente. Y está muy bien que Google señale los enlaces patrocinados como tales, faltaría más, pero sigue habiendo con ello objetivos comerciales (legítimos, por supuesto, pero que no tiene sentido negar). Google obtiene gran parte de sus ingresos gracias a la publicidad online, campo en el que es hoy por hoy un rival imbatible.
En definitiva, el texto lo que hace es denunciar que se pongan en un mismo plano entidades distintas: la del profesional del periodismo y la de la herramienta de búsqueda. Eso es como confundir el cantante con el micrófono o el escritor con el teclado. Quizá los futuros avances en inteligencia artificial permitan que Google acabe teniendo personalidad y sea capaz de recibir un premio y pronunciar un emotivo discurso de agradecimiento. Ese día seré yo el primero en aplaudir.