Muchísimos años antes de que se inventasen los aviones ya existían los paracaídas. Desde Abbás Ibn Firnás,en la Córdoba del año 852, pasando por Leonardo Da Vinci, muchos fueron los que intentaron inventar o usar un paracaídas. Pero el primer paracaídas práctico fue inventado en 1783 por Louis-Sébastien Lenormand. El propósito de su invención no era para saltar desde aviones, que no existían, sino para ayudar a escapar ilesos de un edificio en llamas a las personas que allí se encontrasen. Probó su invento en público el 26 de diciembre de 1783

Comentarios

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Siempre he pensado en la cantidad de gente que se hubiese salvado en el world trade center de haber tenido las oficinas paracaidas disponibles a modo de salvavidas de un barco. No me parece tan mala idea, las empresas que habia alli seguro que se podian permitir esa inversion en material y una minima instruccion a sus empleados.

D

#1 pues si, la verdad es que estaría muy bien intentar aportar soluciones de ese tipo en grandes rascacielos que necesitasen un rápido desalojo, aunque es difícil que vuelva a suceder algo similar, pero no imposible claro.

D

#1 yo también he pensado en en la cantidad de gente que se hubiese salvado en el world trade center de haber tenido los edificios forma de pirámide con tobogancillos y un surtidorcillo en el vértice superior del que brota agua que va a una piscina.

de haber sido así, habrían querido incluso repetir la experiencia.

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#4 y qué es mejor, quedarte ahí esperando?, si hubo gente que saltó incluso sin paracaidas! Es una vía de escape desesperada y que no garantiza que salga bien, por eso decía en mi comentario lo de la minima instruccion (como esos cursos de prevencion de riesgos), pero ponte en situacion, no tienes escapatoria y lo unico que puedes hacer es intentarlo o esperar a morir, no te tirarías?

#3 Hombre los toboganes serían buena solucion, mas que nada porque todo el mundo lo ha usado alguna vez, no? Así nos ahorramos el tener que enseñarles, jajajaja.

m

#1 Brillante. Ya puestos, y como la idea es tuya, te invito a ser el primero que intente saltar desde un edificio en llamas sin ventanas practicables, sin experiencia previa en el uso de un paracaidas, en una zona urbana con vientos encajonados, y con 3000 personas intentando hacer lo mismo a la vez.

Probablemente se te quitarían las ganas de repetir la experiencia, si es que llegas a tener la oportunidad de repetirla.