Hace 10 años | Por --343778-- a elconfidencial.com
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Las relaciones entre España y la Unión Europea tienen como protagonista estelar este verano los activos fiscales diferidos de la banca (DTA por sus siglas en inglés). Se trata de un asunto crucial para el sector financiero español porque se juega 51.000 millones en el envite, según el FMI. Pero no sólo para él: el Gobierno se arriesga a tener que rescatar otra vez a Bankia si no consigue que estos activos sigan computando como capital de primera calidad (core capital), puesto que la solvencia de la entidad caería a mínimos sin ellos.