Las aguas residuales son toda una mina de información para conocer los hábitos de consumo de las personas que viven en una determinada zona. Así lo estudia desde hace doce años el equipo del Instituto de Investigacións e Análises Alimentarias de la Universidade de Santiago de Compostela, que acaba de recibir el Premio de Investigación de la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC) por un método de estimación de consumo de drogas ilegales a partir del análisis de muestras de una depuradora.
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Estos estudios son una patraña. Si un narco se deshace de la merca por el retrete, cosa bastante habitual, el contenido de sustancias en las aguas se dispara hasta el infinito. Lo mismo ocurre con las papelas usadas, que suelen acabar en los baños
Estos estudios son un despilfarro y una gilipollez
"Hemos constatado, además, que el consumo de la cocaína aumenta el fin de semana y que el del cannabis, en cambio, es mucho más estable". Respecto a esto me pregunto si han tenido en cuenta que la eliminación de la marihuana de nuestro cuerpo es mucho más lenta que la de la cocaína.