La crisis no es por falta de regulación sino porque ha habido una falta de decencia importante. Es decir, esta es una crisis de decencia. De lo económico tarde o temprano saldremos. Y el capitalismo -o cualquier otro sistema- no es el culpable de ello. Son culpables aquellos que han hecho inmoralidades y han tenido actitudes indecentes. Estas personas serán indecentes con mayor o menor regulación. Una cosa importante: tenemos la imagen de que el capitalista es un gran empresario con miles de trabajadores...
Comentarios
#7 Don't troll me anymore!
Menuda panda
No estoy de acuerdo con Abadía. No se puede pedir decencia porque nunca existirá. Hacen falta leyes y que estas se apliquen con rigor.
Si el sistema permite que los indecentes manejen el mundo es por que el sistema no vale.
#5 Las leyes amigo, son imperfectas, entre otras cosas, porque están hechas por humanos y, precisamente, humanos que esperan beneficiarse de su aplicación...
#0 ¿porque manipulas la entradilla colocando en negrita lo que te interesa resaltar?
#1 Joer, como poner en negrita una frase textual sea manipular... apaga el PC y vámonos. De todas formas, parece que te dueles en prendas, tal vez tengas algo que ver con lo que dice el señor Abadía.
#3 Pues entonces resalta toda la frase, resaltar solo una parte solo me dice que buscas llamar la atención, me da igual que sea por el karma, por intereses políticos o simplemente para crear polémica, no soy partidario de alterar las cosas.
#1 Te voté positivo porque creía que te refieres a la acepción "manipular" como "Operar con las manos o con cualquier instrumento" no si te refieres a "Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares" porque manipular manipular entendido como segunda acepción no es.
El Jack.S este de marras (#1) está un poco... confundido.
#9 Sí, yo también te a-precio.
Este señorín (tan agradable) habla como mi abuela. También podría decir que son todos unos sinvergüenzas.
País de aficionados...