Todo el mundo habla ahora de Haití. Claro, su terremoto llama la atención. Sus casas destruidas son fotogénicas, su palacio presidencial en escombros es espectacular, sus negros quejumbrosos tienen buena voz. Y, además, están los aviones y las tropas de Obama, aviones y tropas que Haití conoce muy bien en otras circunstancias nada telúricas. Porque Haití puede haber sido semidestruido, pero con sus ruinas se harán periódicos y televisiones. Siempre hay un lado bueno en las desgracias.
Comentarios
Viñeta de El Roto sobre el tsunami de Indonesia de 2004 aplicable a este caso:
http://www.elpais.com/vineta/?d_date=20050108&autor=El%20Roto&anchor=elpporopivin&xref=20050108elpepivin_5&type=Tes&k=Roto
sincera columna de opinión. los desastres mediáticos siempre son de gran repercusión mediática y sobretodo las ongs que aparecen como setas pidiendo ayuda (uno confía en que llegue). Aristide fue la punta del iceberg pero también tenemos las discriminación que sufren los haitianos en el país vecino donde son explotados en las plantas agrícolas... haití lleva viviendo en penuria durante décadas y la catástrofe empeora las cosas; pero no es nada nuevo.
Hildebrandt poniendo los puntos sobres las ies... como bien dijo antes, una cosa es periodismo/objetividad y otra TV/share/negocio...