Decir que hombres y mujeres somos distintos externamente es una evidencia indiscutible. Decir que también somos distintos por dentro, en cambio, significa tocar un tema mucho más delicado y complejo. Desde hace tiempo sabemos que los machos de muchas especies tienden a ser más variables y extremos, y los humanos no somos una excepción al respecto, nuestros rasgos psicológicos tienden a mostrar en el sexo masculino una dispersión poblacional mucho mayor que en el femenino.

Comentarios

yende

Muy tocho, pero muy interesante