Hace 16 años | Por --43094-- a ar.geocities.com
Publicado hace 16 años por --43094-- a ar.geocities.com

El Facha Pese a su calidad de punguero de la calle, caminaba tranquilo por delante de los policías escudándose en la condición que siempre lo destacaba: no tener portación de cara. Se escapó de la granja con los ojos celestes llorosos, sabiendo que a partir de ese momento no tenía a nadie en quien resguardarse: sus padres lo habían internado en ese reformatorio a modo de ultimátum. Según él cuando nació era “blanco como teta de monja”... Continuar leyendo en http://treintasegundos.blogspot.com/2007/07/historias-mnimas-cap-i.html