El deterioro de las instituciones públicas surgidas de la Transición es tan manifiesto que ya casi nadie lo pone en duda, excepto sus principales beneficiarios: los dirigentes de los grandes partidos, que se niegan a reformarlas. Pero entre las causas hay una que a menudo se olvida: el enorme déficit de cultura democrática que acumula este país.
En las polis de la Antigua Grecia (a la que los bárbaros del norte no le llegaban ni a la punta del pié), ante circunstancias excepcionales (guerras, epidemias, hambrunas, etc.) se elegía a un dictador o déspota que tenía carta blanca durante un tiempo limitado para hacer y deshacer. Era una excepción a la democracia. Pero nosotros llamamos democracia a la excepción; la elección de un déspota con mandato limitado en el tiempo. Vamos que no somos una democracia en sentido clásico.
Comentarios
En Ankh-Morpork tienen ese sistema de gobierno de 'un hombre, un voto', el Patricio es el hombre y su voto es el que cuenta.
En las polis de la Antigua Grecia (a la que los bárbaros del norte no le llegaban ni a la punta del pié), ante circunstancias excepcionales (guerras, epidemias, hambrunas, etc.) se elegía a un dictador o déspota que tenía carta blanca durante un tiempo limitado para hacer y deshacer. Era una excepción a la democracia. Pero nosotros llamamos democracia a la excepción; la elección de un déspota con mandato limitado en el tiempo. Vamos que no somos una democracia en sentido clásico.
La Transición nunca se interesó por aumentar la cultura democrática de la ciudadanía sino de las apariencias y cosmética democrática