Hace 11 años | Por Kereck a politikon.es
Publicado hace 11 años por Kereck a politikon.es

" Estos días entre el 12 y 15 he estado participando en las actividades de los “Indignados”, ya sea en manifestaciones o en asambleas. Por twitter os he radiado algunas de las intervenciones más significativas y ya habéis visto que había de todo; las había sensatas y también estrafalarias. Sin embargo..."

Comentarios

dosvga

Una visión crítico-constructiva del movimiento. Es cierto que en las asambleas se escuchas ideas de todo tipo. Algunas, muy peregrinas y otras muy sesgadas ideológicamente. Pero, el mayor logro del #15M es el de despertar conciencias, que la gente se lea las instrucciones del "sistema" y que comprenda como se pueden introducir cambios. Solo por eso, que los votantes se formen y se informen, ya merece la pena. Y aún le/nos queda mucho por hacer al movimiento.

Si alguien está a gusto diciendo chorreces en una asamblea, pues es un pequeño precio a pagar que merece la pena. En cierto estrado vigilado por dos leones se oyen cosas peores a diario, y son representantes de la patria.

PutoCrio

C&P de un comentario de la web, que me parece de interés y que responde al mismo artículo desde un punto de vista diferente

Pau 16 mayo, 2012 a las 19:37 #

No creo que se trate de si hay una realidad que “es el resultado de una decisión estratégica y racional de poderosos actores que disponen del control de dicha estructura”. La cuestión es que las reglas que rigen la realidad hace que lo que ocurre beneficie a dichos poderosos. No es el resultado de una decisión previa y concreta, es la consecuencia de unas reglas del juego y de una aplicación determinada del mismo. No son las acciones que se llevan a cabo las que benefician a los poderosos, es el marco en el que estas suceden.

Por otro lado, hay un empeño desmedido en presentar al 15M como sujeto político y pedirle “algo”. El 15M es un conjunto de “comportamientos particulares”, pero que no forman “acción colectiva”, usando tus propios términos. Sí lo hace en el caso de las manifestaciones o en la lucha contra los desahucios, pero apenas a nivel intelectual y programático. De hecho, la heterogeneidad ideológica de la gente que se acerca al “movimiento” es brutal.
Yo prefiero verlo como la forma naïf en la que se ha hecho visible el descubrimiento de la política (en el sentido amplio de la palabra) por un sector de la población que hasta entonces ni se planteaban preocuparse por determinados temas, y creo que eso no es malo. Precisamente su éxito de convocatoria radica en su inocencia o ingenuidad original, que en mi opinión se refleja en ese apartidismo y asindicalismo que predican y en el que “todos caben” (somos el 99%)… nadie puede negarse a sentirse incluido en un grupo que no tiene identidad propia o que tiene todas las posibles.
En cualquier caso, bienvenido sea (http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/14/actualidad/1337020830_874825.html)

D

"Las soluciones que necesitamos son mucho más locales y pasan, quizá de manera más sencilla pero no menos utópica, por hacer que este maldito país funcione."

Ésa es la clave. Mientras sigamos sin tener una economía, un sistema laboral, una regulación empresarial... que limitan nuestro crecimiento, todas las caceroladas dle mundo harán exactamente cero para sacarnos de la situación en la que estamos.

El problema es que, aunque el país en su conjunto no funcione, la situación actual beneficia a grandes sectores de la población. Por poner un ejemplo, es muy difícil que una mayoría de votantes españoles apoyen una reforma realmente profunda de la regulación laboral porque la actual ha protegido dentro de lo posible a los mayores de 35 años:

http://www.sintetia.com/wp-content/uploads/files/images/2.Edades_resumen_0.preview.png
http://www.sintetia.com/wp-content/uploads/files/images/3.Global_edades.preview.png

7

Las caceroladas, los que entran en un banco y hacen una "performance", los que paran desahucios, los que acampan en una plaza, los que se reunen en asamblea, los que recorren las calles en manifestacion, los que comentan en sus trabajos lo que oyen en esas asambleas y viven en esas manifestaciones. Todos ellos y todos los que me dejo por mencionar contribuyen a la misma causa que no es otra que la de despertar conciencias, porque si bien es cierto que ninguna de esas acciones por si misma hara que nada cambie, todas ellas contribuiran a generar esa masa critica suficientemente numerosa como para que cambie el sistema.