No será la primera ni la última vez que veamos algo parecido. La historia se repite con una asombrosa capacidad para copiar los hechos básicos una y otra vez: investigador hace su trabajo, a un colectivo no le cuadran los resultados con su realidad, colectivo amenaza y acosa a investigador. La última edición de esta triste saga la tenemos en el Reino Unido a cuenta del síndrome de fatiga crónica.
Y por qué esa reacción tan violenta? La explicación es muy sencilla:
El síndrome de fatiga crónica, la sensibilidad química múltiple, la alergia al wi-fi y otras enfermedades cuya única prueba de su existencia es la palabra del enfermo se usan constantemente para cobrar bajas, pensiones y seguros, en definitiva, para estafar dinero. No es cuestión de creencias, sino de miedo por que les destapen el timo.
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Y por qué esa reacción tan violenta? La explicación es muy sencilla:
El síndrome de fatiga crónica, la sensibilidad química múltiple, la alergia al wi-fi y otras enfermedades cuya única prueba de su existencia es la palabra del enfermo se usan constantemente para cobrar bajas, pensiones y seguros, en definitiva, para estafar dinero. No es cuestión de creencias, sino de miedo por que les destapen el timo.