Interesante reflexión sobre el establecimiento de la paridad de sexos en las empresas y organismos públicos, que nos demuestra que ésta no es sino otra forma diferente de discriminación.
Cuando se habla de paridad en demasiados casos se pone como ejemplo la alta dirección. Supongo que por una razón simbólica, de propaganda, para poder decir "¿veis cómo las mujeres pueden hacerlo?", cuestión que a cualquier persona no calificada como lerda no le cabe la menor duda.
Pero yo me creeré lo de la paridad cuando vea el mismo número de hombres en labores como envasadores de conservas, asistentos domésticos… esa mierda de curros que se suelen tragar las mujeres porque tienen esa capacidad de aguantar de todo.
La paridad de salón, de igual número de diputados (as), de gestores (as) y de consejeros (as) es la mayor sandez que ha parido madre. Oh Wait! ¿paridad para parir también?
Que las mujeres copen esos puestos es sólo cuestión de tiempo. Nada más. Y echando un ojo a la universidad de las últimas décadas, no les queda nada. El problema está en otro sitio.
Yo siempre he pensado que en los puestos directivos deben de trabajar los más competentes y preparados, sin importar que sean hombres o mujeres. Cualquier otra cosa en este tema me parece un movimiento para satisfacer las ansias caníbales de determinados colectivos.
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Cuando se habla de paridad en demasiados casos se pone como ejemplo la alta dirección. Supongo que por una razón simbólica, de propaganda, para poder decir "¿veis cómo las mujeres pueden hacerlo?", cuestión que a cualquier persona no calificada como lerda no le cabe la menor duda.
Pero yo me creeré lo de la paridad cuando vea el mismo número de hombres en labores como envasadores de conservas, asistentos domésticos… esa mierda de curros que se suelen tragar las mujeres porque tienen esa capacidad de aguantar de todo.
La paridad de salón, de igual número de diputados (as), de gestores (as) y de consejeros (as) es la mayor sandez que ha parido madre. Oh Wait! ¿paridad para parir también?
Que las mujeres copen esos puestos es sólo cuestión de tiempo. Nada más. Y echando un ojo a la universidad de las últimas décadas, no les queda nada. El problema está en otro sitio.
Yo siempre he pensado que en los puestos directivos deben de trabajar los más competentes y preparados, sin importar que sean hombres o mujeres. Cualquier otra cosa en este tema me parece un movimiento para satisfacer las ansias caníbales de determinados colectivos.