Hace 11 años | Por --105855-- a the-scientist.com
Publicado hace 11 años por --105855-- a the-scientist.com

Lamarck escribió sobre la jirafa, cuyo hábito/intención de estirarse para alcanzar las hojas verdes de los árboles altos "resultó... que el cuello se estirara". Aunque los biólogos han considerado generalmente las ideas de Lamarck tan fidedignas como las fábulas de Kipling, el pujante campo de la epigenética nos ha hecho reconsiderar nuestras ideas. Los cambios epigenéticos (Cambios que no suponen mutaciones en el ADN) que ocurren durante la vida de un organismo pueden ser un rasgo heredable del genoma, a través de largos RNAs no-codificantes.

Comentarios

D

Hubo hace mucho una noticia relacionada (La dieta de los padres influye en la herencia que reciben los hijos) pero no la he encontrado para ponerla como relacionada.

Se pueden transmitir rasgos sin cambiar el código del ADN, tiene implicaciones en enfermedades, en reprogramar células del cuerpo para conseguir células madre, etc.

Para hacer las proteínas de la célula se lee el DNA (ADN), se convierte a RNA (ARN) y este se vuelve a leer para convertir en proteínas. RNA no-codificantes son RNAs que no tienen información para hacer proteínas, lo explica el artículo de todas formas.

P

Al final tenía razón Lamarck. Ver para creer.

paleociencia

#2 En realidad el cuello de las jirafas es un ejemplo clásico de evolución... sexual, para nada relacionado con el acceso al alimento.
Yo me pregunto, ¿cuando demonios se va a hacer un congreso para una nueva síntesis evolutiva moderna? Es que ya está haciendo falta