El lunes 20 de octubre dará inicio en todo el mundo una campaña especial para distribuir durante cuatro semanas completas el nuevo tratado ¿Le gustaría saber la verdad?. Con esta campaña, los Testigos de Jehová quieren lograr que más personas se interesen en la única fuente de la verdad (Evangelio de Juan 17:17). El nuevo tratado responde de forma directa a seis importantes preguntas. Son preguntas que incluso quienes no siguen el cristianismo se han planteado. Mas info http://www.watchtower.org/s/index.html
- ¿Se interesa Dios por nosotros? No, un concepto no puede interesarse, sólo puede ser pensado.
- ¿Se acabarán algún día las guerras y el sufrimiento? No creo... ese sueño ilustrado se ha mostrado utópico e irreal. Por supuesto, la religión parece ser, sobre todo actualmente, más una causa de violencia, odio y guerra que su solución.
- ¿Qué nos sucede al morir? Presumiblemente nada.
- ¿Hay alguna esperanza para los muertos? Esta pregunta no tiene sentido, los muertos no son más que materia muerta (y recuerdos en los que siguen vivos). No tienen ningún camino que recorrer, ni conflictos que solucionar, ni una meta a la que llegar. La esperanza sólo tiene sentido en un ser inteligente que se proyecte hacia el futuro, que planee su porvenir.
- ¿Cómo tenemos que orar para que Dios nos escuche? Esta pregunta sólo tiene sentido en un contexto dogmático con una visión realmente anticuada de la divinidad; como un ser antropomorfo preocupado por cuestiones terrenales. Ya este tipo de divinidad fue cuestionada por los antiguos griegos. Por ello, me parece absurdo plantearse hoy en día estas cuestiones.
- ¿Cómo encontrar la felicidad? La felicidad en sí misma parece una realidad realmente esquiva. En todo caso, se podría afirmar (siguiendo muy básicamente el esquema spinoziano), que la felicidad es la potenciación de nuestro cuerpo y nuestra mente. Es la armonía entre nuestros deseos, deberes y valores; así como la armonía en las relaciones con los demás. Sentirse bien uno mismo y con los demás, persiguiendo los deseos más profundos, pero sin renunciar a valores y normas que sirvan de guía (por decirlo de alguna manera...)
Comentarios
"No hay más ignorantes e inútiles que aquellos que buscan respuestas arrodillados y con los ojos cerrados."
- ¿Se interesa Dios por nosotros? No, un concepto no puede interesarse, sólo puede ser pensado.
- ¿Se acabarán algún día las guerras y el sufrimiento? No creo... ese sueño ilustrado se ha mostrado utópico e irreal. Por supuesto, la religión parece ser, sobre todo actualmente, más una causa de violencia, odio y guerra que su solución.
- ¿Qué nos sucede al morir? Presumiblemente nada.
- ¿Hay alguna esperanza para los muertos? Esta pregunta no tiene sentido, los muertos no son más que materia muerta (y recuerdos en los que siguen vivos). No tienen ningún camino que recorrer, ni conflictos que solucionar, ni una meta a la que llegar. La esperanza sólo tiene sentido en un ser inteligente que se proyecte hacia el futuro, que planee su porvenir.
- ¿Cómo tenemos que orar para que Dios nos escuche? Esta pregunta sólo tiene sentido en un contexto dogmático con una visión realmente anticuada de la divinidad; como un ser antropomorfo preocupado por cuestiones terrenales. Ya este tipo de divinidad fue cuestionada por los antiguos griegos. Por ello, me parece absurdo plantearse hoy en día estas cuestiones.
- ¿Cómo encontrar la felicidad? La felicidad en sí misma parece una realidad realmente esquiva. En todo caso, se podría afirmar (siguiendo muy básicamente el esquema spinoziano), que la felicidad es la potenciación de nuestro cuerpo y nuestra mente. Es la armonía entre nuestros deseos, deberes y valores; así como la armonía en las relaciones con los demás. Sentirse bien uno mismo y con los demás, persiguiendo los deseos más profundos, pero sin renunciar a valores y normas que sirvan de guía (por decirlo de alguna manera...)
el mundo está lleno de filosofía barata