Publicado hace 13 años por jamfry a elmundoestaloco.blogspot.com

No me gustaría estar en la piel de un profesor de primaria. En cierta manera porque no cabríamos, pero no me gustaría por un motivo evidente: los niños son muy rebonicos y muy salaos cuando están solos, pero si los juntas con otros tienen más peligro que Sanchez Dragó en una primera comunión. Aunque lo que me fascina de verdad de los profesores de primaria es su capacidad para dar clase por encima de gritos estridentes.