Pocas personas generan tanta expectativa como la presencia Maradona. Y más en este momento que le toca vivir. Es que desde el 28 de marzo pasado, cuando fue internado por orden de su médico personal Alfredo Cahe en el Sanatorio Güemes, la incertidumbre respecto a su estado de salud fue creciendo día tras día, producto de la poca información suministrada desde su entorno y también, porque al estar ausente el efecto sedante de escuchar una sola palabra de su boca, los rumores se ponen a la orden del día de los oportunistas
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pues que se joda.