Hace 15 años | Por --110503-- a guardian.co.uk
Publicado hace 15 años por --110503-- a guardian.co.uk

Hasta los años 70, la hostilidad hacia las uniones entre aborígenes y no aborígenes llevó incluso a la privación gubernamental de la tutela sobre los hijos, creándose una "generación perdida". Hoy, en cambio, un 52 % de los hombres y un 55 % de las mujeres aborígenes están casados sin trabas con no aborígenes, y la cifra aumenta.

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Mayor mezcla genética, más variabilidad en los individuos facilitando probabilidades más alta de resistir enfermedades, entre otros asuntos. Un punto para Australia.