Entrevista al enfermo de sida medicado más longevo de España. (c+p) Es el primer español que se sometió a un tratamiento con inhibidores de proteasa para enfermos de VIH/Sida. Antes de hacerlo le habían dado por muerto. Ahora vive con la enfermedad cronificada y sólo sufre los achaques propios de la edad, no del VIH. Lleva peor, de hecho, la discriminación. A su juicio, donde más se da es, precisamente, entre los médicos.
"La discriminación existía y existe. Aunque hay más miedo del seropositivo a la discriminación que discriminación en sí. En cualquier caso, yo donde más noto la discriminación es en los propios servicios sanitarios. Muchas veces te ponen pegas para operarte a cada cual más absurda y al final lo que pasa es que resulta que el médico está aterrado."
Pues precisamente es en los servicios sanitarios donde sí se debe tratar a los enfermos de VIH de una manera especial, no sea que por no discriminar se ponga en peligro la salud de otros. Aunque claro, de un trato especial a dar a un enfermo de VIH que tenía una pierna rota una manta con guantes profilácticos, como dice el entrevistado, hay un trecho.
Pues ahora no se como esta, pero hace 15 años una compañera en un hospital se pincho con una aguja con la que previamente había inyectado a un enfermo de sida y hasta que las pruebas que le hicieron no salieron negativas estuvo cagando tomates.
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"La discriminación existía y existe. Aunque hay más miedo del seropositivo a la discriminación que discriminación en sí. En cualquier caso, yo donde más noto la discriminación es en los propios servicios sanitarios. Muchas veces te ponen pegas para operarte a cada cual más absurda y al final lo que pasa es que resulta que el médico está aterrado."
Pues precisamente es en los servicios sanitarios donde sí se debe tratar a los enfermos de VIH de una manera especial, no sea que por no discriminar se ponga en peligro la salud de otros. Aunque claro, de un trato especial a dar a un enfermo de VIH que tenía una pierna rota una manta con guantes profilácticos, como dice el entrevistado, hay un trecho.
Pues ahora no se como esta, pero hace 15 años una compañera en un hospital se pincho con una aguja con la que previamente había inyectado a un enfermo de sida y hasta que las pruebas que le hicieron no salieron negativas estuvo cagando tomates.