El Progreso texto: Marta Menán La crisis apretaba, pero todavía no ahogaba, cuando se puso a la venta ‘El crash del 2010’. Corrían los primeros meses del 2009 y el economista Santiago Niño advertía apocalípticamente que lo peor estaba por venir. Una debacle económica que él ya había previsto en el 2006. Alertó sobre ‘El crash del 2010’, aunque el auténtico crash lo estamos viviendo en este 2011...
Es curioso que siempre se hable de que acertó el crash de 200x, y no de que falló en otras doscientas predicciones.
Los economistas no son futurólogos, son médicos, pueden decirle al paciente, tiene la presión alta, no fume, haga ejercicio, y poco más, luego gente que parecía sana la palma y mueren fumadores con cien años.
Niño Becerra no tiene ni puta idea de lo que va a pasar, ni él ni nadie. Gente como él desprestigia una profesión.
Menudo agonías brasas que está hecho este becerro.
Por favor que alguien le diga que se callé ya.
Vale que sí, que lo tenemos jodido, pero este tío con tanto apocalipsis me está empezando a tocar los cojones. Necesitamos optimismo no agoreros tocapelotas que cundan el pánico.
Comentarios
Es curioso que siempre se hable de que acertó el crash de 200x, y no de que falló en otras doscientas predicciones.
Los economistas no son futurólogos, son médicos, pueden decirle al paciente, tiene la presión alta, no fume, haga ejercicio, y poco más, luego gente que parecía sana la palma y mueren fumadores con cien años.
Niño Becerra no tiene ni puta idea de lo que va a pasar, ni él ni nadie. Gente como él desprestigia una profesión.
#6
A mí me entra un canguis cada vez que leo algo de este tío. Es que me acojona, oye.
El punto y aparte, ese gran desconocido.
Curioso lo de los votos. Se nota que esto no es lo que la gente quiere oír.
Luego se quejarán de que no se les informa o que los políticos mienten.
Hay Niño Becerra, hay meneo!
Es leer Niño Becerra y meneame vota negativo sin leer la noticia.
Mas claro agua.
Menudo agonías brasas que está hecho este becerro.
Por favor que alguien le diga que se callé ya.
Vale que sí, que lo tenemos jodido, pero este tío con tanto apocalipsis me está empezando a tocar los cojones. Necesitamos optimismo no agoreros tocapelotas que cundan el pánico.