(Carta de denuncia de las cuidadoras de los niños asesinados en Boecillo) La presunta autora carecía de la titulación específica. Se negaba a pasear a los niños (...) y darles de comer sólo porque tuviesen una pequeña rabieta o porque fuesen más lentos comiendo de lo que ella considerase oportuno. Estos privilegios, se debían a su relación familiar con una de las coordinadoras de Mensajeros de la Paz Castilla y León (madre-hija).
Pues muerto el perro se acabó la rabia, o más bien, eliminada la persona contaminante, se acabó el problema (no vaya a ser que algún susceptible me mate el karma). Cuando hay una persona indeseable en un lugar de trabajo, es un verdadero suplicio ir a trabajar. Y si de repente desaparece... uf! qué alivio.
Esperamos que las demás cuidadoras y personal, puedan ahora hacer su trabajo lo mejor posible, sin nadie que cree mal ambiente.
La situación que denuncian es de vergüenza, pero yo me quedo con el último párrafo:
Nunca hemos sentido compasión por vosotros sino que cada día nos enseñabais una nueva lección de vida. A través de la lucha, la superación y las ganas de vivir demostrabais que la discapacidad no era una barrera para alcanzar la felicidad. Erais felices y nos hacíais felices. Gracias por habernos dejado compartir vuestra corta vida con nosotras.
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Pues muerto el perro se acabó la rabia, o más bien, eliminada la persona contaminante, se acabó el problema (no vaya a ser que algún susceptible me mate el karma). Cuando hay una persona indeseable en un lugar de trabajo, es un verdadero suplicio ir a trabajar. Y si de repente desaparece... uf! qué alivio.
Esperamos que las demás cuidadoras y personal, puedan ahora hacer su trabajo lo mejor posible, sin nadie que cree mal ambiente.
La situación que denuncian es de vergüenza, pero yo me quedo con el último párrafo:
Nunca hemos sentido compasión por vosotros sino que cada día nos enseñabais una nueva lección de vida. A través de la lucha, la superación y las ganas de vivir demostrabais que la discapacidad no era una barrera para alcanzar la felicidad. Erais felices y nos hacíais felices. Gracias por habernos dejado compartir vuestra corta vida con nosotras.
Como siempre en este país, el mamoneo again, and again, and again, and again!!!