Pero no todos los que plagian lo hacen con mala intención. En ocasiones es nuestro cerebro el que copia por nosotros y nos hace creer que somos los autores de lo que estamos escribiendo. Y en realidad estamos recordando ideas que leímos en algún momento de nuestro pasado y que quedaron enterradas entre nuestras neuronas para salir tiempo después a la superficie.
Comentarios
- "Me he puesto a escribir y me ha salido 'Luz de Agosto'..."
- "¿Y cómo se le ocurre? ¡En este pueblo somos MUY de Faulkner!"