[C&P] "Más de un millón y medio de domicilios y negocios de toda España tienen un sistema de alarma para salvaguardar su seguridad. Sin embargo, la gran mayoría de los avisos resultan ser falsos y se convierten en una "fuente de problemas" y en un "derroche innecesario" de los recursos policiales, que tienen que destinar agentes a comprobar la veracidad del aviso, según han confirmado responsables de la Policía. En 2008 se registraron en España 377.457 alarmas, de las que poco más de un 10% fueron reales"
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He aquí un ejemplo de negocio en el que infringir la ley es parte natural del mismo:
El Estado impone a las empresas sanciones en caso de incurrir reiteradamente en falsas alarmas, con multas de hasta 6.000 euros por dos falsos avisos en un mes o cuatro en seis meses. Una suma que las compañías consideran "excesiva", dado que la tasa que cobran a los clientes por sus dispositivos oscilan entre los 150 y los 300 euros al año.
Como las fábricas que vierten residuos y pagan una multita anual, o los bares que cuentan con pasarse un par de meses clausurados cada X años por no tener licencia. Si la multa no es disuasoria, ¡no funciona!