Hace unos días me colé en una conversación de twitter entre dos editores de Weblogs SL en la que se discutían las razones por las que un local se colgaba la etiqueta de gayfriendly y tuve la impresión de que no se acaban de entender todas sus implicaciones. Su conclusión fue que en la mayoría de los casos se trataba de puro marketing. Sin embargo, aunque esa afirmación sea cierta en muchas ocasiones –sobre todo a medida que van pasando los años-, en otras se trata de una información importante para el usuario gay.
Comentarios
El problema empieza cuando solo es marketing con el objetivo ganar más pasta. La etiqueta "gayfriendly" conlleva garantizar la seguridad de las personas homosexuales que acuden a ese local/lugar. Por poner un ejemplo, no vale que un municipio o ciudad quiera ponerse la etiqueta si un gran porcentaje de sus ciudadanos son homóbobos, o no existe una legislación que evite agresiones y discriminación.
Conozco el caso de un chico muy afeminado que fue a una sex-shop gayfriendly y se encontró con el cachondeo de los empleados por su condición. No sé cómo se consiguen estas etiqutas pero deberían ser más selectivas.
HO NO! SE MAN JODIO LOS HOJOS!