Hace 15 años | Por Sneb a elincordio.com
Publicado hace 15 años por Sneb a elincordio.com

Les gusta decir a ustedes que la cultura no puede ser gratis. Bueno -admitiendo lo de cultura, que ya es mucho admitir-, ya lo creo que puede ser gratis. No sólo puede serlo: debe serlo; simplemente porque así lo exigimos los consumidores, que somos los que mandamos ¿se enteran de una puta vez? Y los millones en serio los hará -ya los está haciendo- quien suministre gratis más y mejor cultura.

Comentarios

D

#3 Tradicional argumento recurrente del apropiacionismo cazurro. No hay alternativa a la comida, el agua y la electricidad, porque son bienes consuntivos. Lo que tú te comes, no me lo puedo comer yo: tu consumo es exclusivo y excluyente. Por tanto, la limitación cuantitativa de esos bienes es intrínseca a los mismos. Pero lo que tú escuchas o lo que tú lees puedo escucharlo o leerlo yo sin menoscabo de tu propio consumo y eso configura un modelo radicalmente distinto de negocio, de servicio y de consumo, de la misma forma que los bienes consuntivos son perfectamente apropiables (dominio con exclusión de terceros) mientras que los no consuntivos -los culturales, por ejemplo- son inapropiables (de ahí que lo de "propiedad" intelectual sea una estúpida falacia) y de ahí que pueda pretenderse y lograrse -como se está realmente pretendiendo y logrando- que su consumo sea gratuito.

Que los productores de bienes culturales o de ocio sean retribuidos es algo a lo que nadie se opone, pero no deben ser necesariamente retribuidos por su usuario. Mira por ejemplo a Google: levanta millonadas y, sin embargo, sus productos los usamos gratis. Eso es que alguien paga y no es el consumidor.

O sea que a pagar la comida, pero no el ocio. Así va a funcionar. Así está funcionando ya.

ivancio

Tendrán que evolucionar antes o después. No les queda otra

D

Ya puestos quiero que sea gratis la comida, el agua y la electicidad. Soy consumidora y así lo exijo.

D

#4 Digamos que se trata del tradicional argumento recurrente clavadito al argumento recurrente original.Si alguien invoca el nombre y el poder del consumidor, porque es el que manda, invoquémoslelo para todo. ¿no?

Dentro del amplio mundo de la cultura voy a centrarme en el aspecto musical. Un compositor escribe una canción y como todo el mundo (salvo los sordos, es natural) puede oirla quienes la escuchan no deben pagarla sino que otros deben hacerlo por él. Lo siento, pero no me cuadra. Google no es gratis; sus ingresos vienen de la publicidad y quien tiene que leer la publicidad es el usuario. ¿Descargaríamos una canción que tuviera 10 segundos de publicidad antes de empezar a sonar?

En el artículo se dice "¿Quosque tandem habremos de decirles que no estamos dispuestos a pagar por contenidos en lata?" Es decir, no estamos dispuestos a pagar los contenidos pero queremos dichos contenidos. Me hace gracia cuando alguein dice que no se compraría el disco de Bisbal...pero se lo baja de internet. Yo no bajo lo que no me gusta, bajo lo que no conozco y apartir de ahí compro o no ese producto. Estoy dispuesta a pagar por los contenidos que quiero comprar, pero todo son problemas. Me explico; no quiero pagar por un CD que tiene dos canciones que me gustan y 10 que no, quiero pagar sólo esas dos. La alternativa es comprar esa canciones, pero si las compro me las cobran a un precio "abusivo" y me ponen inconvenientes de grabación y reproducción. Es decir, yo quiero comprar exactamente lo que me interesa aun precio razonable y teniendo libertad sobre cómo, dónde y cuántas veces reproducir o grabar mi compra.

El copyleft es una opción buenísima frente a los dirigentes de la industria discográfica, pero la mayoría de la gente (por desgracia) ni quiere escuchar un disco en Jamendo, quiere escuchar el Chiki chiki o Amaral gratis total.

La música en directo es maravillosa, pero no todas las músicas están escritas para ser interpretadas en conciertos; es el caso de las bandas sonoras o de la música de los videojuegos. ¿Quién debe pagar,cómo y cuánto? Ese es el gran problema, la adaptación o desaparición de la industria discográfica a unas tecnologías que han revolucionado los hábitos de escucha musicales y la adaptación de la sociedad a las nuevas circunstancias.No es la música la que está en crisis, sino la industria y la autoría intelectual que sí, existe.

noexisto

Hace poco fui con una amigüilla de 10 años a ver la última de Indiana Jones: la peor película vista en años, no la engañaron ni a ella. Parece que Harrisond Ford comentó:
"Oye, que me jubilo en dos años ¿Qué hay de la IV parte"
"No, tranquilo el guión se te hace en dos semanas, hemos comprado una productora en quiebra y sólo hay que readaptar cualquier guión

Otra forma de escribir guiones:
http://www.miradas.net/0204/estudios/2002/06_bwilder/articulo3.html
http://www.miradas.net/0204/estudios/2002/06_bwilder/articulo1.html
Etc, Salu2

libroblanco

Entonces la televisión y la radio no son industrias 'culturales', por que creo que pro las radios nadie paga (y pagan a sus empleados) y en las televisiones la mayoría son gratis (y también pagan a sus empleados, salen a bolsa, etc).
Si no hay modelos es por que es mejor exprimir el que se tiene que montar uno nuevo donde hay más competencia.
bienvenidos al mundo real.

D

#6 opinó: «Google no es gratis; sus ingresos vienen de la publicidad y quien tiene que leer la publicidad es el usuario. ¿Descargaríamos una canción que tuviera 10 segundos de publicidad antes de empezar a sonar?»

Bueno, el usuario lee la publicidad... o no. Yo leo poquísima -por no decir ninguna- publicidad de Google, y mira que leo bitácoras que la contienen (y del buscador, para qué hablar). Yo no digo que Google sea EL modelo. Google es UN modelo válido; como lo es la televisión. Pueden utilizarse estos modelos o puede partirse de estos modelos. O se inventan modelos inéditos.

Es verdad que nadie escuchará diez segundos de publicidad antes de una canción, pero sí una «cuña» de uno o dos segundos: es más fácil aguantarla que borrar las cuñas de cincuenta o cien canciones. También es fácil -y la gente traga- sobreimprimir logotipos o publicidad no molesta en las películas.

El secreto de Google está en dos cosas (aparte de dicotomizar la relación usuario-pagano, que ya lo hizo la tele a mediados del siglo pasado y la radio desde comienzos): un sistema de «target» finísimo, que multiplica la eficacia del anuncio y lo abarata haciéndolo asequible a constelaciones enteras de negocio que, hasta Google, no tenían más acceso a la publicidad que las páginas amarillas; y una publicidad que no es invasiva para el destinatario, en primer lugar porque su morfología no es «per se» invasiva -ya te digo que yo prácticamente ni me entero de que está- y, en segundo lugar, porque al anunciarse un negocio directa y muy específicamente relacionado con el interés exacto y puntual del usuario, la publicidad casi deja de serlo para pasar a ser información acaso valiosa.

Esto es innovar. Y lo que da millones es innovar y no, precisamente, todo lo contrario. Si uno se apoya en modelos existentes, no ganará o perderá dinero si éstos han quedado obsoletos y quizá gane algo si esos modelos aún están vigentes. Pero donde está la pasta de verdad es en los modelos nuevos (y eficientes, claro): ahí es donde están los sacos de millones que levantan empresas como Google.

Vender discos no es un modelo ni nuevo ni vigente. Es así.

#6 dijo: «En el artículo se dice "¿Quosque tandem habremos de decirles que no estamos dispuestos a pagar por contenidos en lata?" Es decir, no estamos dispuestos a pagar los contenidos pero queremos dichos contenidos»

Es precisa y exactamente esto. Y si estos contenidos se cierran de una forma efectiva -lo cual es dudosísimo, pero en fin...-, se irá a buscar otros similares allá donde los haya. Y los hay.

Por lo demás, en la música se educa uno. Si todo lo que uno ha oído en su vida es Amaral (o similares, vaya) querrá Amaral. Pero si no se lo dan, salvo pagando, y no quiere pagar (o, mucho más probablemente, no podrá pagar ni la décima parte de la cantidad de música a la que estaba acostumbrado), tendrá que aprender a apreciar otras cosas. Y aprenderá y las apreciará. Y cuando esto se generalice, lo que se habrá acabado será Amaral: pagando o gratis. Por eso digo que están liquidando su propio negocio (cosa que, como también he dicho, no me produce ninguna angustia).

#6 continúa: «¿Quién debe pagar,cómo y cuánto? Ese es el gran problema [...]» Pues sí, pero no voy a resolverlo yo. Los que vayan a ganar pasta con el asunto que hagan su trabajo. ¿O es que pretenden hacer el gran negociazo y que el trabajo se lo hagan otros? (Pregunta tonta: sí, efectivamente, lo pretenden).

#6 termina: «No es la música la que está en crisis, sino la industria y la autoría intelectual que sí, existe»

Completamente de acuerdo: la música no está en crisis, pero la industria sí. Igual que la industria textil o del pequeño electrodoméstico, pese a que seguimos necesitando ropa y batidoras; en cambio, no tenemos ningún problema: se las compramos a los chinos. Y la industria local que se busque la vida. Cuando tocan duras, tocan duras.

Y la autoría intelectual (interpreto que te refieres a los derechos de autor) por supuesto que existe. ¿Quién lo ha puesto en duda? Yo lo que afirmo es la inexistencia de la «propiedad» intelectual. Que no es lo mismo.

A

#6 ¿Pagas por entrar en Google? No. POr lo tanto para el suaurio es gratis