Nosotros, como imaginamos que también vosotros, nos hemos quedado embobados ante la pantalla desde muy pequeñitos durante la retransmisión de ese extraño programa internacional llamado Eurovisión. Había muchos motivos: el vestuario brillante (con brillos), el interminable recuento de votos con esos locutores que sonreían sobre fotos de los monumentos de sus respectivas ciudades… Ahora hemos resuelto, al fin, la mayor duda (es una victoria modesta, ¡nos quedan tantas otras!): ¿era casualidad que la música fuera de tan ínfima calidad?
Comentarios
Duplicada, misma noticia que:
Los absurdos requisitos para presentarse a eurovisión
Los absurdos requisitos para presentarse a eurovis...
elmundo.es#1 ,ups
"¿era casualidad que la música fuera de tan ínfima calidad?"
¿Comparando con qué, si puede saberse?