La actual financiación que recibe la Iglesia Católica en España a través de la Administración Pública no es fruto de la generación espontánea sino de un proceso histórico que se remonta más de 15 siglos. Los precedentes se remontan hasta el siglo III, en Roma, cuando El emperador Teodosio oficializó la religión cristiana. En este momento, la iglesia se inmiscuye de manera oficial en los asuntos de estado, y a día de hoy, 4 de Abril del año 2011, lo sigue haciendo, aunque sea una institución más que obsoleta y claramente superada por la ciencia.