Hace 12 años | Por --77165-- a elmundo.es
Publicado hace 12 años por --77165-- a elmundo.es

Primero fueron las piezas de recambio para los automóviles, luego los medicamentos y ahora los libros. Desde esta mañana, está prohibido importar libros, a menos que se trate de pequeñas partidas, aprobadas por el Ministerio de Comercio Interior

Comentarios

rob

Armas si se pueden importar, y esas sí que tienen plomo...

rob

No es duplicada.

rob

#4 Creo que no es dupe. En la que aportas dice:
Desde esta semana, cualquier argentino que desee recibir un libro desde el exterior del país tendrá que pensárselo dos veces. Varios empleados de las empresas de mensajería Fedex y DHL consultados por este periódico indicaron que ya no podrán entregar a domicilio libros y revistas procedentes del extranjero. Si el receptor vive en Buenos Aires deberá desplazarse 35 kilómetros hasta el aeropuerto de Ezeiza y pagar allí unos 50 euros al margen de lo que haya costado el envío.

La que aporta #0 Dice:
Primero fueron las piezas de recambio para los automóviles, luego los medicamentos y ahora los libros. Desde esta mañana, está prohibido importar libros, a menos que se trate de pequeñas partidas, aprobadas por el Ministerio de Comercio Interior.
Aunque el motivo sea el contenido en plomo de la tinta, creo que son noticias diferentes.

s

#1 no es duple. Ahora no es necesario ir al aeropuerto para recibir un libro que encargaste por internet. Ahora miles de libros está detenidos en la aduana argentina. Por eso la meneé.

Nirupo

#2 siento decirte que es duple , tu noticia esta contenida en la anterior


El Gobierno trata así de garantizar “la seguridad de la población” mediante una disposición emitida el pasado año por la que se establecen “los mecanismos de control tendientes a eliminar el uso de tintas, lacas y barnices empleados en la industria gráfica con altos contenidos de plomo, y a permitir únicamente el uso de productos gráficos impresos cuyos parámetros no excedan los límites establecidos para la migración de los metales pesados”.

Lo que subyace es el afán del Gobierno por controlar el déficit comercial. La medida es una más entre las muchas que ha tomado el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, para regular las importaciones y evitar la fuga de dólares. Hasta ahora, habían afectado al consumo de objetos como la ropa de marcas extranjeras, ciertos componentes de coches cuyo retraso en el ingreso al país frenaron varios días la cadena de producción, o las planchas, muy difíciles de encontrar en las tiendas. Ahora, el foco se ha puesto en los libros y revistas.