El Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida de Cataluña (CEEISCAT) inició en 2005 un estudio pionero que concluye que las prostitutas españolas son las que menos utilizan el condón.
Igual el que pide más sexo sin preservativom, es el cliente español...
No creo que las prostitutas tengan problemas en ponerse un preservativo, en cambio los clientes....
#1 ¡Hola soy Coco! Y te voy a enseñar la diferencia entre el artículo determinado (el, la) y su uso en generalizaciones y el artículo indeterminado (un, una) para hablar de un caso concreto, pero sin especificar
#20 Insultarte con lo de hembrismo ja ja ja ¿Contamos las veces que tu me llamaste machista y que yo no te respondí al insulto? Ahora en serio, como se que ahora viene lo de "te acuerdas cuando me insultaste y llamaste a un admin que se rio de ti, etc, etc" te lo puedes ahorrar pq no vales ni de troll, cambia los cuentos, que me aburro.
Claro, es que el que se lo tiene que poner es el cliente. A no ser que sea transexual.
editado:
De todas maneras, ahora que me he leído el artículo, es para flipar que a estas alturas de la película, todavía haya gente que no utilize el condón para estos casos.
Desinformada tu, ya que se esta hablando de prostitución (nada que ver con tus enlaces)...una profesión en la que se paga por un servicio sexual, que deja por los suelos cualquier "teoría" hembrista tuya, ya que no es una relación de pareja. Vamos que tus enlaces...quedas muy bien pero no son aplicables. Un@ prostitut@ no puedes tomarlo como ejemplo de machismo-hembrismo, ya que en cierto modo es un producto por el que pagas...así que el concepto de posesión machista, se difumina ante el concepto posesión pq pague por el.
#17¡Que viva, que viva!! Pero no tu cabreo, porque te impide ver el bosque.
Infórmate, deja de insultar y no presumas del negativo que me has puesto porque, una vez más, tendrás que meter el rabo entre las piernas.
Y pon un poco de sentido del humor cuando hables conmigo que si no me aburro mucho y dejaré de ayudarte a ver más allá de los árboles.
D.: ¿Siguen funcionando, por ejemplo, pautas machistas de comportamiento sexual, como el rechazo de muchos hombres a usar el preservativo, el conocido “yo controlo”?
I.S.: Afortunadamente el preservativo está ‘de moda’. Sin embargo, es cierto que aún perduran comportamientos machistas en los que los hombres, más los jóvenes, se escudan en que “no sienten nada” para caer en riesgos propios y provocar riesgos ajenos. Las mujeres, también las jóvenes, han reforzado su autoestima frente al uso inconsistente del preservativo. Ya no caen tan fácilmente en el ‘chantaje emocional’ porque saben que se juegan mucho, tanto respecto a un embarazo no deseado como a una posible infección de transmisión sexual.
En el peor de los casos –y hay cada vez más casos– la respuesta es “no”, o “no quiero”, o “no puedo”, o “yo no me lo pongo”, o “después”, o “pará, pará, yo sé cuándo ponérmelo” o “me los olvidé”, o “¿qué pasa?, ¿tenés algo?” o “si ya hace tres meses que salimos”, o “no pasa nada”, o “dale, dejame...”, o “¿no me dijiste que tomás pastillas?”, o “¿qué pasa?, ¿no confías en mí?”, o “¿me tenés miedo?” o...
Las frases son innumerables, porque aún, o, mejor dicho, cada vez más, el VIH es un problema de mujeres. Justamente porque el preservativo va en el cuerpo masculino y ponérselo no es tan fácil para las mujeres que tienen que enfrentar tabúes de todo tipo:
biológicos: los varones tienen más fuerza para imponerse en una relación sexual y, a la vez, las mujeres son más vulnerables físicamente, por la cavidad vaginal, a contraer el VIH de un varón infectado que un varón de contraer el VIH de una mujer portadora del virus;
Culturales: las mujeres que llevan preservativos son ligeras, livianas, rápidas o, maliciosamente, putas;
Sociales: imponerse frente a un hombre es difícil para una mujer débil emocionalmente o necesitada de la aprobación masculina para quererse y defenderse a sí misma
Un análisis más apropiado de la epidemia requiere ver a ambos sexos como víctimas de una cultura de masculinidad que incide en una expresión tolerante de la sexualidad de los hombres. Ayudar a los hombres a protegerse a si mismo y a sus parejas del VIH y otras ETS será uno de los mayores retos del siglo XXI.
El machismo también fortalece la resistencia al uso del condón. Conozco personas que han
preferido adquirir el virus que utilizar un preservativo. Muchos hombres piensan que con el preservativo no se siente nada y que es “como ducharse con un paraguas”, que es muy
pequeño, que no es la talla correcta.
El condón masculino es el más accesible económicamente y el más conocido pero sigue
siendo una estrategia en manos de los hombres. Las mujeres podemos pedir, negociar,
rogar, insistir, etc. pero finalmente el que usa el preservativo es el hombre y si él no quiere, el condón no será utilizado.
Generalmente encuentran que su deseo sexual difícilmente puede ser
expresado abiertamente si se vive con VIH y tienen que asumir la necesidad de
utilizar y negociar el condón con su pareja, donde se encuentran con una gran
resistencia y desconocimiento acerca del preservativo. Acá se reproducen
los mandatos de género y de la masculinidad tradicional, hombres que no
quieren usar condón y muchas veces ejercen el dominio en la intimidad.
Muchos de ellos saben de la seropositividad de su pareja y buscan distintas
excusas para no usar preservativo, desde no creerles porque “se ven sanitas”,
hasta investigar el tema y saber que las posibilidades de transmisión del virus
disminuyen cuando la carga viral es indetectable. La verdad de las mujeres
es el miedo a transmitir el VIH y en esas condiciones no pueden ejercer
plenamente su sexualidad.
Como sabemos, “la desigualdad de género es una de las mayores fuerzas
motoras detrás de la sexualidad, negociar relaciones sexuales seguras o
rechazar relaciones sexuales no deseadas” es uno de los grandes desafíos.
Una sociedad como la nuestra, que alimenta una estructura que le da mayor
importancia y poder a los hombres y no fomenta el empoderamiento de las
mujeres para tomar decisiones acerca de su cuerpo, donde el maltrato en el transcurso de la vida de las mujeres se da en todos los niveles educacionales
y estratos sociales, hace que las mujeres sean más vulnerables al negociar
una sexualidad plena y satisfactoria
La vigencia de métodos más tradicionales o “naturales” (ritmo, retiro) es usual en el ejercicio de la sexualidad en los sectores populares. Estas prácticas resultan muchas veces de la imposibilidad de las mujeres de negociar el uso de preservativo con su compañero, lo que resulta en la desprotección de aquellas, no sólo ante embarazos no deseados sino también ante enfermedades de transmisión sexual y VIH/sida. La actitud de los hombres que se niegan a usar el preservativo es identificada como “machista” por las propias mujeres:
– ¿Porqué eligió esa forma para cuidarse (píldoras)?
– Es la que me resulta. Mi marido preservativo no quiere usar porque es muy machista (Aurora, 32 años, 6 hijos)
Como muestra el testimonio citado, ante la negativa del varón algunas mujeres decidieron hacerse cargo ellas mismas del control de la fecundidad recurriendo a métodos modernos, en este caso a través del uso de anticonceptivos orales.
Otra de las desigualdades de poder en la esfera íntima se refiere a la subordinación económica de las mujeres. En casos como el de Francisca, se manifiesta la desprotección a partir de la negación de su marido a facilitarle los medios económicos para el cuidado anticonceptivo, vulnerando así el deseo de controlar su fecundidad:
Convencidos de que "las chicas que llevan condones en sus carteras son sinvergüenzas" y que "sólo se debe usar preservativo con novias o esposas y que no hay que preocuparse con las amantes", entre otras declaraciones recogidas por la encuesta, la entidad advirtió de que esa actitud contribuye al aumento de enfermedades venéreas.
La ONG respalda esa conclusión en el hecho de que tres meses después de haber identificado actitudes machistas entre los 780 jóvenes que encuestó y que fueron sometidos a clases de educación sexual, un 45 por ciento presentó síntomas de enfermedades de transmisión sexual.
"Forma parte del modelo machista de masculinidad esa idea de que el hombre no se debe proteger, ni tampoco ir al médico. Es un comportamiento arriesgado que torna más vulnerable tanto al hombre como a la mujer", informó Gary Barker, representante de Promundo, que hizo el estudio durante los últimos doce meses.
Advirtió, además, de que el machismo "también existe en la clase media, ya que no se trata de una cuestión propia de una u otra clase social".
PD: ¡Cachis, tenía unos 30 enlaces buenísimos para darte en las narices, con copy&paste, negrita y todo y se me cortó la conexión!!
Abur desinformao !!
El machismo también fortalece la resistencia al uso del condón. Conozco personas que han
preferido adquirir el virus que utilizar un preservativo. Muchos hombres piensan que con el preservativo no se siente nada y que es “como ducharse con un paraguas”, que es muy
pequeño, que no es la talla correcta.
El condón masculino es el más accesible económicamente y el más conocido pero sigue
siendo una estrategia en manos de los hombres. Las mujeres podemos pedir, negociar,
rogar, insistir, etc. pero finalmente el que usa el preservativo es el hombre y si él no quiere, el condón no será utilizado.
Generalmente encuentran que su deseo sexual difícilmente puede ser
expresado abiertamente si se vive con VIH y tienen que asumir la necesidad de
utilizar y negociar el condón con su pareja, donde se encuentran con una gran
resistencia y desconocimiento acerca del preservativo. Acá se reproducen
los mandatos de género y de la masculinidad tradicional, hombres que no
quieren usar condón y muchas veces ejercen el dominio en la intimidad.
Muchos de ellos saben de la seropositividad de su pareja y buscan distintas
excusas para no usar preservativo, desde no creerles porque “se ven sanitas”,
hasta investigar el tema y saber que las posibilidades de transmisión del virus
disminuyen cuando la carga viral es indetectable. La verdad de las mujeres
es el miedo a transmitir el VIH y en esas condiciones no pueden ejercer
plenamente su sexualidad.
Como sabemos, “la desigualdad de género es una de las mayores fuerzas
motoras detrás de la sexualidad, negociar relaciones sexuales seguras o
rechazar relaciones sexuales no deseadas” es uno de los grandes desafíos.
Una sociedad como la nuestra, que alimenta una estructura que le da mayor
importancia y poder a los hombres y no fomenta el empoderamiento de las
mujeres para tomar decisiones acerca de su cuerpo, donde el maltrato en el transcurso de la vida de las mujeres se da en todos los niveles educacionales
y estratos sociales, hace que las mujeres sean más vulnerables al negociar
una sexualidad plena y satisfactoria
La vigencia de métodos más tradicionales o “naturales” (ritmo, retiro) es usual en el ejercicio de la sexualidad en los sectores populares. Estas prácticas resultan muchas veces de la imposibilidad de las mujeres de negociar el uso de preservativo con su compañero, lo que resulta en la desprotección de aquellas, no sólo ante embarazos no deseados sino también ante enfermedades de transmisión sexual y VIH/sida. La actitud de los hombres que se niegan a usar el preservativo es identificada como “machista” por las propias mujeres:
– ¿Porqué eligió esa forma para cuidarse (píldoras)?
– Es la que me resulta. Mi marido preservativo no quiere usar porque es muy machista (Aurora, 32 años, 6 hijos)
Como muestra el testimonio citado, ante la negativa del varón algunas mujeres decidieron hacerse cargo ellas mismas del control de la fecundidad recurriendo a métodos modernos, en este caso a través del uso de anticonceptivos orales.
Otra de las desigualdades de poder en la esfera íntima se refiere a la subordinación económica de las mujeres. En casos como el de Francisca, se manifiesta la desprotección a partir de la negación de su marido a facilitarle los medios económicos para el cuidado anticonceptivo, vulnerando así el deseo de controlar su fecundidad:
Convencidos de que "las chicas que llevan condones en sus carteras son sinvergüenzas" y que "sólo se debe usar preservativo con novias o esposas y que no hay que preocuparse con las amantes", entre otras declaraciones recogidas por la encuesta, la entidad advirtió de que esa actitud contribuye al aumento de enfermedades venéreas.
La ONG respalda esa conclusión en el hecho de que tres meses después de haber identificado actitudes machistas entre los 780 jóvenes que encuestó y que fueron sometidos a clases de educación sexual, un 45 por ciento presentó síntomas de enfermedades de transmisión sexual.
"Forma parte del modelo machista de masculinidad esa idea de que el hombre no se debe proteger, ni tampoco ir al médico. Es un comportamiento arriesgado que torna más vulnerable tanto al hombre como a la mujer", informó Gary Barker, representante de Promundo, que hizo el estudio durante los últimos doce meses.
Advirtió, además, de que el machismo "también existe en la clase media, ya que no se trata de una cuestión propia de una u otra clase social".
El ususario indiocabreado que me viene acosando desde meses atrás, me ha votado negativo. Y esto es un homenaje a él ya que sería una prueba típica de que el argumento es válido para los usuarios machistas que purulan por menéame.
Indio que ya sé, que no se me olvida que te puse un negativo hace muchoooo en un argumento demagogo sin conocerte de nada y te lo tomaste muy mal, tanto que diste paso a esta guerra sucia que te traes conmigo y con otras (todas "feminazis" ). Tranquilo solo quedará para la posteridad, no mis quejas que no sirven de nada como sabes, jajajaja, tu buena fama en menéame.
#19 Mira que eres borrico... lee los enlaces primero verás temas de prostitución y sigue buscando (hay miles en Google) la relación prostitución, sida, medios anticonceptivos, machismo, hombres, preservativos, no uso...
"Que no son pareja" dices, y como no son pareja te quedas tan ancho.
Más ontorrón que eres... no llegas ni a manipular por más que me insultes con lo de hembrismo.
Comentarios
Solo hay una? menuda agenda debe de tener
Quien prefiera practicar sexo sin preservativo no solo esta imponiendo una practica de riesgo a otra persona sino que pone en peligro su propia salud.
Tipos de gente descerebrada hay muchos. Este es solo un ejemplo mas.
Igual el que pide más sexo sin preservativom, es el cliente español...
No creo que las prostitutas tengan problemas en ponerse un preservativo, en cambio los clientes....
La española cuando.......es que......de verdad.
#1 ¡Hola soy Coco! Y te voy a enseñar la diferencia entre el artículo determinado (el, la) y su uso en generalizaciones y el artículo indeterminado (un, una) para hablar de un caso concreto, pero sin especificar
/modo_pedante_off
#1 La única a la que Iker Esparza no compraría sus servicios
#22 "Cuenta quién empezó primero a insular"
Si lo que quieres decir es quien empezó a insultar...por supuesto tu, mentirosa radical.
#20 Insultarte con lo de hembrismo ja ja ja ¿Contamos las veces que tu me llamaste machista y que yo no te respondí al insulto? Ahora en serio, como se que ahora viene lo de "te acuerdas cuando me insultaste y llamaste a un admin que se rio de ti, etc, etc" te lo puedes ahorrar pq no vales ni de troll, cambia los cuentos, que me aburro.
Bastante te di de comer, bye.
#1: Y encima no usa condón. ¡¡Que peligro!!
Claro, es que el que se lo tiene que poner es el cliente. A no ser que sea transexual.
#16 ¿que yo te acoso desde hace meses? Anda que no te faltan tornillos a ti. Mi voto negativo es por tu "frase" final en #15
"guerra sucia que te traes conmigo y con otras"
Mentira, suelo votar negativo a quien me insulta, eso si. Es tu caso por cierto (ademas de manipular y mentir bastante a menudo).
Abajo los machistas!! Abajo los hembristas!! Viva la igualdad!!!
(te aclaro que tu eres hembrista, que yo no soy machista y repito ¡¡Viva la igualdad!! )
Desinformada tu, ya que se esta hablando de prostitución (nada que ver con tus enlaces)...una profesión en la que se paga por un servicio sexual, que deja por los suelos cualquier "teoría" hembrista tuya, ya que no es una relación de pareja. Vamos que tus enlaces...quedas muy bien pero no son aplicables. Un@ prostitut@ no puedes tomarlo como ejemplo de machismo-hembrismo, ya que en cierto modo es un producto por el que pagas...así que el concepto de posesión machista, se difumina ante el concepto posesión pq pague por el.
Abur manipuladora !!
como se entere Carod...
Será que permite que el cliente no lo use,...
#1 me has quitado el chiste, aquí el que no corre vuela jajaja
#1 Uf, con la crisis, la clientela prefiere ir a saco a por amigas, a por mujeres de otros y, si no, a mano derecha.
#1 Si, es que es la única con estudios.
PD: Por aquello de que "yo no soy puta que tengo estudios, yo soy prostituta". Simple chiste, no le busqueis lado negativo que no voy por ahi
La prostituta española?? Si el estudio lo hicieron únicamente en las que trabajan en las calles de cataluña...
#17¡Que viva, que viva!! Pero no tu cabreo, porque te impide ver el bosque.
Infórmate, deja de insultar y no presumas del negativo que me has puesto porque, una vez más, tendrás que meter el rabo entre las piernas.
Y pon un poco de sentido del humor cuando hables conmigo que si no me aburro mucho y dejaré de ayudarte a ver más allá de los árboles.
D.: ¿Siguen funcionando, por ejemplo, pautas machistas de comportamiento sexual, como el rechazo de muchos hombres a usar el preservativo, el conocido “yo controlo”?
I.S.: Afortunadamente el preservativo está ‘de moda’. Sin embargo, es cierto que aún perduran comportamientos machistas en los que los hombres, más los jóvenes, se escudan en que “no sienten nada” para caer en riesgos propios y provocar riesgos ajenos. Las mujeres, también las jóvenes, han reforzado su autoestima frente al uso inconsistente del preservativo. Ya no caen tan fácilmente en el ‘chantaje emocional’ porque saben que se juegan mucho, tanto respecto a un embarazo no deseado como a una posible infección de transmisión sexual.
http://www.diagonalperiodico.net/spip.php?article6202
En el peor de los casos –y hay cada vez más casos– la respuesta es “no”, o “no quiero”, o “no puedo”, o “yo no me lo pongo”, o “después”, o “pará, pará, yo sé cuándo ponérmelo” o “me los olvidé”, o “¿qué pasa?, ¿tenés algo?” o “si ya hace tres meses que salimos”, o “no pasa nada”, o “dale, dejame...”, o “¿no me dijiste que tomás pastillas?”, o “¿qué pasa?, ¿no confías en mí?”, o “¿me tenés miedo?” o...
Las frases son innumerables, porque aún, o, mejor dicho, cada vez más, el VIH es un problema de mujeres. Justamente porque el preservativo va en el cuerpo masculino y ponérselo no es tan fácil para las mujeres que tienen que enfrentar tabúes de todo tipo:
biológicos: los varones tienen más fuerza para imponerse en una relación sexual y, a la vez, las mujeres son más vulnerables físicamente, por la cavidad vaginal, a contraer el VIH de un varón infectado que un varón de contraer el VIH de una mujer portadora del virus;
Culturales: las mujeres que llevan preservativos son ligeras, livianas, rápidas o, maliciosamente, putas;
Sociales: imponerse frente a un hombre es difícil para una mujer débil emocionalmente o necesitada de la aprobación masculina para quererse y defenderse a sí misma
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-3226-2007-03-09.html
Un análisis más apropiado de la epidemia requiere ver a ambos sexos como víctimas de una cultura de masculinidad que incide en una expresión tolerante de la sexualidad de los hombres. Ayudar a los hombres a protegerse a si mismo y a sus parejas del VIH y otras ETS será uno de los mayores retos del siglo XXI.
http://www.csdinformatica.net/laguarida/salud/mitos.htm
El machismo también fortalece la resistencia al uso del condón. Conozco personas que han
preferido adquirir el virus que utilizar un preservativo. Muchos hombres piensan que con el preservativo no se siente nada y que es “como ducharse con un paraguas”, que es muy
pequeño, que no es la talla correcta.
El condón masculino es el más accesible económicamente y el más conocido pero sigue
siendo una estrategia en manos de los hombres. Las mujeres podemos pedir, negociar,
rogar, insistir, etc. pero finalmente el que usa el preservativo es el hombre y si él no quiere, el condón no será utilizado.
http://hivaidsclearinghouse.unesco.org/search/resources/2001_Factores_sociales_y_culturales_que_facilitan_la_trans..pdf
Generalmente encuentran que su deseo sexual difícilmente puede ser
expresado abiertamente si se vive con VIH y tienen que asumir la necesidad de
utilizar y negociar el condón con su pareja, donde se encuentran con una gran
resistencia y desconocimiento acerca del preservativo. Acá se reproducen
los mandatos de género y de la masculinidad tradicional, hombres que no
quieren usar condón y muchas veces ejercen el dominio en la intimidad.
Muchos de ellos saben de la seropositividad de su pareja y buscan distintas
excusas para no usar preservativo, desde no creerles porque “se ven sanitas”,
hasta investigar el tema y saber que las posibilidades de transmisión del virus
disminuyen cuando la carga viral es indetectable. La verdad de las mujeres
es el miedo a transmitir el VIH y en esas condiciones no pueden ejercer
plenamente su sexualidad.
Como sabemos, “la desigualdad de género es una de las mayores fuerzas
motoras detrás de la sexualidad, negociar relaciones sexuales seguras o
rechazar relaciones sexuales no deseadas” es uno de los grandes desafíos.
Una sociedad como la nuestra, que alimenta una estructura que le da mayor
importancia y poder a los hombres y no fomenta el empoderamiento de las
mujeres para tomar decisiones acerca de su cuerpo, donde el maltrato en el transcurso de la vida de las mujeres se da en todos los niveles educacionales
y estratos sociales, hace que las mujeres sean más vulnerables al negociar
una sexualidad plena y satisfactoria
http://www.vivopositivo.org/portal/datos/ftp/24_06_miradagenero.pdf
Dimensión de las relaciones de género
La vigencia de métodos más tradicionales o “naturales” (ritmo, retiro) es usual en el ejercicio de la sexualidad en los sectores populares. Estas prácticas resultan muchas veces de la imposibilidad de las mujeres de negociar el uso de preservativo con su compañero, lo que resulta en la desprotección de aquellas, no sólo ante embarazos no deseados sino también ante enfermedades de transmisión sexual y VIH/sida. La actitud de los hombres que se niegan a usar el preservativo es identificada como “machista” por las propias mujeres:
– ¿Porqué eligió esa forma para cuidarse (píldoras)?
– Es la que me resulta. Mi marido preservativo no quiere usar porque es muy machista (Aurora, 32 años, 6 hijos)
Como muestra el testimonio citado, ante la negativa del varón algunas mujeres decidieron hacerse cargo ellas mismas del control de la fecundidad recurriendo a métodos modernos, en este caso a través del uso de anticonceptivos orales.
Otra de las desigualdades de poder en la esfera íntima se refiere a la subordinación económica de las mujeres. En casos como el de Francisca, se manifiesta la desprotección a partir de la negación de su marido a facilitarle los medios económicos para el cuidado anticonceptivo, vulnerando así el deseo de controlar su fecundidad:
http://www.plazamayor.net/antropologia/boant/articulos/may0401.html
Convencidos de que "las chicas que llevan condones en sus carteras son sinvergüenzas" y que "sólo se debe usar preservativo con novias o esposas y que no hay que preocuparse con las amantes", entre otras declaraciones recogidas por la encuesta, la entidad advirtió de que esa actitud contribuye al aumento de enfermedades venéreas.
La ONG respalda esa conclusión en el hecho de que tres meses después de haber identificado actitudes machistas entre los 780 jóvenes que encuestó y que fueron sometidos a clases de educación sexual, un 45 por ciento presentó síntomas de enfermedades de transmisión sexual.
"Forma parte del modelo machista de masculinidad esa idea de que el hombre no se debe proteger, ni tampoco ir al médico. Es un comportamiento arriesgado que torna más vulnerable tanto al hombre como a la mujer", informó Gary Barker, representante de Promundo, que hizo el estudio durante los últimos doce meses.
Advirtió, además, de que el machismo "también existe en la clase media, ya que no se trata de una cuestión propia de una u otra clase social".
http://www.terra.com.mx/articulo.aspx?articuloId=133757
PD: ¡Cachis, tenía unos 30 enlaces buenísimos para darte en las narices, con copy&paste, negrita y todo y se me cortó la conexión!!
Abur desinformao !!
El machismo también fortalece la resistencia al uso del condón. Conozco personas que han
preferido adquirir el virus que utilizar un preservativo. Muchos hombres piensan que con el preservativo no se siente nada y que es “como ducharse con un paraguas”, que es muy
pequeño, que no es la talla correcta.
El condón masculino es el más accesible económicamente y el más conocido pero sigue
siendo una estrategia en manos de los hombres. Las mujeres podemos pedir, negociar,
rogar, insistir, etc. pero finalmente el que usa el preservativo es el hombre y si él no quiere, el condón no será utilizado.
http://hivaidsclearinghouse.unesco.org/search/resources/2001_Factores_sociales_y_culturales_que_facilitan_la_trans..pdf
Generalmente encuentran que su deseo sexual difícilmente puede ser
expresado abiertamente si se vive con VIH y tienen que asumir la necesidad de
utilizar y negociar el condón con su pareja, donde se encuentran con una gran
resistencia y desconocimiento acerca del preservativo. Acá se reproducen
los mandatos de género y de la masculinidad tradicional, hombres que no
quieren usar condón y muchas veces ejercen el dominio en la intimidad.
Muchos de ellos saben de la seropositividad de su pareja y buscan distintas
excusas para no usar preservativo, desde no creerles porque “se ven sanitas”,
hasta investigar el tema y saber que las posibilidades de transmisión del virus
disminuyen cuando la carga viral es indetectable. La verdad de las mujeres
es el miedo a transmitir el VIH y en esas condiciones no pueden ejercer
plenamente su sexualidad.
Como sabemos, “la desigualdad de género es una de las mayores fuerzas
motoras detrás de la sexualidad, negociar relaciones sexuales seguras o
rechazar relaciones sexuales no deseadas” es uno de los grandes desafíos.
Una sociedad como la nuestra, que alimenta una estructura que le da mayor
importancia y poder a los hombres y no fomenta el empoderamiento de las
mujeres para tomar decisiones acerca de su cuerpo, donde el maltrato en el transcurso de la vida de las mujeres se da en todos los niveles educacionales
y estratos sociales, hace que las mujeres sean más vulnerables al negociar
una sexualidad plena y satisfactoria
http://www.vivopositivo.org/portal/datos/ftp/24_06_miradagenero.pdf
Dimensión de las relaciones de género
La vigencia de métodos más tradicionales o “naturales” (ritmo, retiro) es usual en el ejercicio de la sexualidad en los sectores populares. Estas prácticas resultan muchas veces de la imposibilidad de las mujeres de negociar el uso de preservativo con su compañero, lo que resulta en la desprotección de aquellas, no sólo ante embarazos no deseados sino también ante enfermedades de transmisión sexual y VIH/sida. La actitud de los hombres que se niegan a usar el preservativo es identificada como “machista” por las propias mujeres:
– ¿Porqué eligió esa forma para cuidarse (píldoras)?
– Es la que me resulta. Mi marido preservativo no quiere usar porque es muy machista (Aurora, 32 años, 6 hijos)
Como muestra el testimonio citado, ante la negativa del varón algunas mujeres decidieron hacerse cargo ellas mismas del control de la fecundidad recurriendo a métodos modernos, en este caso a través del uso de anticonceptivos orales.
Otra de las desigualdades de poder en la esfera íntima se refiere a la subordinación económica de las mujeres. En casos como el de Francisca, se manifiesta la desprotección a partir de la negación de su marido a facilitarle los medios económicos para el cuidado anticonceptivo, vulnerando así el deseo de controlar su fecundidad:
http://www.plazamayor.net/antropologia/boant/articulos/may0401.html
Convencidos de que "las chicas que llevan condones en sus carteras son sinvergüenzas" y que "sólo se debe usar preservativo con novias o esposas y que no hay que preocuparse con las amantes", entre otras declaraciones recogidas por la encuesta, la entidad advirtió de que esa actitud contribuye al aumento de enfermedades venéreas.
La ONG respalda esa conclusión en el hecho de que tres meses después de haber identificado actitudes machistas entre los 780 jóvenes que encuestó y que fueron sometidos a clases de educación sexual, un 45 por ciento presentó síntomas de enfermedades de transmisión sexual.
"Forma parte del modelo machista de masculinidad esa idea de que el hombre no se debe proteger, ni tampoco ir al médico. Es un comportamiento arriesgado que torna más vulnerable tanto al hombre como a la mujer", informó Gary Barker, representante de Promundo, que hizo el estudio durante los últimos doce meses.
Advirtió, además, de que el machismo "también existe en la clase media, ya que no se trata de una cuestión propia de una u otra clase social".
http://www.terra.com.mx/articulo.aspx?articuloId=133757
#21 Cuenta quién empezó primero a insular y que aún sigues con tu guerra de niñato malcriado.
#14 No hay quien rebata eso.
Goto #1 y #8 Una cuestión interesante para mi sería debatir por qué el cliente en España solicita tanto el sexo sin condón...
¡Apuesto por que hay connotaciones machistas!!
Goto #15 ¡Confirmado, las hay! ajjajajaja.
). Tranquilo solo quedará para la posteridad, no mis quejas que no sirven de nada como sabes, jajajaja, tu buena fama en menéame.
El ususario indiocabreado que me viene acosando desde meses atrás, me ha votado negativo. Y esto es un homenaje a él ya que sería una prueba típica de que el argumento es válido para los usuarios machistas que purulan por menéame.
Indio que ya sé, que no se me olvida que te puse un negativo hace muchoooo en un argumento demagogo sin conocerte de nada y te lo tomaste muy mal, tanto que diste paso a esta guerra sucia que te traes conmigo y con otras (todas "feminazis"
¡Campeón, va por ti!
#19 Mira que eres borrico... lee los enlaces primero verás temas de prostitución y sigue buscando (hay miles en Google) la relación prostitución, sida, medios anticonceptivos, machismo, hombres, preservativos, no uso...
"Que no son pareja" dices, y como no son pareja te quedas tan ancho.
Más ontorrón que eres... no llegas ni a manipular por más que me insultes con lo de hembrismo.