En un partido de cuartos de final (Italia-España) del Mundial de Estados Unidos de fútbol, en 1994, le arreó un tremendo codazo a nuestro Luis Enrique, dentro del área. De haber pitado penalti el no menos odiado árbitro húngaro Sándor Puhl, España hubiera podido empatar el partido, que estaba 2-1 en ese momento. Nadie olvida el rostro desencajado del asturiano, cubierto de sangre y señalándose la nariz rota, frente a la indiferencia del colegiado.
Comentarios
(mode ultra sur ON) Y poco le hizo al hijo de Amunike (/mode ultra sur OFF)
Manda huevos que este hombre pasara a la historia por el codazo a Luis Enrique...
no sé a quien le cogimos más odio, si al Sandor Puhl o a Tassoti... o incluso a Salinas por fallar aquel gol!