Al menos muchos de los filtros que usamos comunmente en programas de edición digital de imagen, provienen de un sólo algoritmo, que emplea una matriz simple de 3x3 para definir distintos efectos sobre la imagen. Estas matrices se llaman matrices de convolución, y consiste en analizar los píxeles cercanos a cada píxel, aplicando el valor de la matriz. Sorprendente que de un mismo algoritmo obtengamos efectos tan dispares como añadir contraste, desenfocar, detectar bordes, resaltar silueta, y muchos más.