Publicado hace 16 años por miguelpuertolas a eluniversal.com.mx

Quien haya intentado solucionar el multicolor enigma del cubo Rubik sabrá que no es cosa fácil, y mucho menos lo es hallar las relaciones matemáticas que se esconden detrás de este popular juguete de los 80. Y si en su momento de mayor auge había concursos que entregaban cientos de dólares a quien lograra acomodar en el menor tiempo posible las seis caras del “cubo mágico”, ¿por qué no se habría de premiar a quienes teóricamente ayudan a entender las complejas relaciones que implica dicho rompecabezas tridimensional?

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