"Seguro que el que haya poco o ningún impuesto al consumo en China o Australia no tiene nada que ver con que su situación macroeconómica no sea la de España. Tampoco tiene nada que ver que cuando España crecía al 10% anual no hubiera impuestos al consumo (y pocos impuestos para todo lo demás). Son simples casualidades, coincidencias." Un artículo memorable...
Lo que no entiendo es que se extrañe de que un empresario que ha arriesgado su dinero y trabaja 12 horas al día 6 días a la semana (como hacen la mayoría de los empresarios en España, que tienen microempresas en los que ellos y sus familias son la principal fuerza laboral) no quiera “redistribuir” su riqueza con los cineastas subvencionados, los del PER, los que llevan más de dos años en paro pero no pueden ir a Huelva a recoger el fresón, las decenas de miles de liberados sindicales, los politiquillos de todo pelaje que abrevan en los presupuestos de los ayuntamientos, los amigos de los políticos que consiguen contratos falsos (o con presupuestos inflados), los bancos y cajas rescatados de extranjis, las ONGs absolutamente dependientes de los dineros gubernamentales… #1 ¿Quiénes son aquí "los de siempre"?.
#2 "Los de siempre", ese enemigo común al que la lejanía y la intangibilidad hacen tan sugerente... A veces me asombra lo fácil que es responder a las grandes cuestiones (cuanto más grande, más facil.)
Las reflexiones merecen la pena leerse.
Personalmente a mi nunca me ha gustado el IVA. En el fondo no es más que impuesto que se puso para compensar los ingresos por aranceles cuando se creó el mercado único europeo. Pero no le veo en qué medida ayuda a la economía y no solo grava el consumo, sino sobre la mano de obra porque tanbién grava la `restación de servicios. Cualquiera que haya trabajado como autónomo sabe de lo que hablo.
En los libros de teoría económica puede que quede muy bonito, pero su puesta en práctica es terriblemente equivocada. Además de que es el principal coladero de fraude.
El IVA sólo grava el consumo. En los sectores intermedios, el IVA "no existe" como gravamen, puesto que los precios se fijan sin tenerse en cuenta (luego se aplica en factura), puesto que el IVA es neutro: se soporta y se repercute, y sólo pagamos la diferencia positiva, o nos devuelven la negativa.
Sin embargo, si vendemos productos o servicios al consumidor final, el IVA repercute DIRECTAMENTE en quien nos compra, encareciendo el producto o servicio final. P.e.: un relojero encarece en un 16% un reloj al comprador sólo por el IVA. Este impuesto puede determinar que un consumidor compre o no compre un reloj. Y después de cobrado, se le paga al Estado al final del trimestre. Es así de sencillo. No se gana nada de ese 16%.
Por lo que quitar el IVA no beneficia a "los de siempre", sino al consumidor final y al comerciante minorista. Al primero porque compra más barato, y al segundo, porque o bien reduce sus precios con el mismo beneficio, e incrementa las ventas, o sin tocar las ventas porque el precio no cambia, gana más dinero por la misma venta.
Sin embargo, el Estado sale perdiendo porque el IVA es su principal fuente de ingresos. En estos momentos, reducir el déficit equivale a reducir el gasto público, o incrementar los ingresos públicos, o ambos. Vamos, que no es el momento de quitar un impuesto al consumo.
Por otro lado, el IVA no vino para evitar la pérdida por importaciones/exportaciones cuando la entrada en la CEE. Antes del IVA, existía el IGTE (Impuesto General de Tráfico de Empresas), que desapareció al entrar en la CEE. Sería justo decir que realmente el IVA vino a sustituir este impuesto, en términos de ingresos al Estado. No significa lo mismo tributariamente, pero al Estado sí le dio una utilidad similar.
Comentarios
No cabe duda de que quitar el IVA reactivaría la economía, pero a costa muchas prestaciones sociales. Vamos, que iba a beneficiar a los de siempre.
Amén, #0
Lo que no entiendo es que se extrañe de que un empresario que ha arriesgado su dinero y trabaja 12 horas al día 6 días a la semana (como hacen la mayoría de los empresarios en España, que tienen microempresas en los que ellos y sus familias son la principal fuerza laboral) no quiera “redistribuir” su riqueza con los cineastas subvencionados, los del PER, los que llevan más de dos años en paro pero no pueden ir a Huelva a recoger el fresón, las decenas de miles de liberados sindicales, los politiquillos de todo pelaje que abrevan en los presupuestos de los ayuntamientos, los amigos de los políticos que consiguen contratos falsos (o con presupuestos inflados), los bancos y cajas rescatados de extranjis, las ONGs absolutamente dependientes de los dineros gubernamentales… #1 ¿Quiénes son aquí "los de siempre"?.
#2 "Los de siempre", ese enemigo común al que la lejanía y la intangibilidad hacen tan sugerente... A veces me asombra lo fácil que es responder a las grandes cuestiones (cuanto más grande, más facil.)
Las reflexiones merecen la pena leerse.
Personalmente a mi nunca me ha gustado el IVA. En el fondo no es más que impuesto que se puso para compensar los ingresos por aranceles cuando se creó el mercado único europeo. Pero no le veo en qué medida ayuda a la economía y no solo grava el consumo, sino sobre la mano de obra porque tanbién grava la `restación de servicios. Cualquiera que haya trabajado como autónomo sabe de lo que hablo.
En los libros de teoría económica puede que quede muy bonito, pero su puesta en práctica es terriblemente equivocada. Además de que es el principal coladero de fraude.
El IVA sólo grava el consumo. En los sectores intermedios, el IVA "no existe" como gravamen, puesto que los precios se fijan sin tenerse en cuenta (luego se aplica en factura), puesto que el IVA es neutro: se soporta y se repercute, y sólo pagamos la diferencia positiva, o nos devuelven la negativa.
Sin embargo, si vendemos productos o servicios al consumidor final, el IVA repercute DIRECTAMENTE en quien nos compra, encareciendo el producto o servicio final. P.e.: un relojero encarece en un 16% un reloj al comprador sólo por el IVA. Este impuesto puede determinar que un consumidor compre o no compre un reloj. Y después de cobrado, se le paga al Estado al final del trimestre. Es así de sencillo. No se gana nada de ese 16%.
Por lo que quitar el IVA no beneficia a "los de siempre", sino al consumidor final y al comerciante minorista. Al primero porque compra más barato, y al segundo, porque o bien reduce sus precios con el mismo beneficio, e incrementa las ventas, o sin tocar las ventas porque el precio no cambia, gana más dinero por la misma venta.
Sin embargo, el Estado sale perdiendo porque el IVA es su principal fuente de ingresos. En estos momentos, reducir el déficit equivale a reducir el gasto público, o incrementar los ingresos públicos, o ambos. Vamos, que no es el momento de quitar un impuesto al consumo.
Por otro lado, el IVA no vino para evitar la pérdida por importaciones/exportaciones cuando la entrada en la CEE. Antes del IVA, existía el IGTE (Impuesto General de Tráfico de Empresas), que desapareció al entrar en la CEE. Sería justo decir que realmente el IVA vino a sustituir este impuesto, en términos de ingresos al Estado. No significa lo mismo tributariamente, pero al Estado sí le dio una utilidad similar.