Entrevista a Jesús Martínez Bueno, marino mercante, abogado y monje zen: "Soy ciudadano del mundo y esa es mi política; y budista zen, intento ser feliz en esta tierra."
Dice una cosa muy interesante: vivir en esta vida disfrutando. Los dogmas inculcados, como él dice, en este caso el catolicismo, te "invitan" a pasar esta vida en sufrimiento y sumisión para esperar la redención postmortem, lo cual es un instrumento del poder para mantenerte servil y esclavizado. El Budismo, al menos el original de Buda, que no era religión sino espiritualidad, sugiere vivir esta vida en el presente, disfrutándola y viviendo lo que te toca al día, sin los pesares del pasado ni las angustias del futuro, y sugiere de algún modo que éste es de hecho el paraiso: aprovecha tu vida y deja de estar esclavizado por los demás y por ti mismo.
Hay que reconocer que luego al budismo original, con el paso de los años y la extensión por todo oriente, se le añadieron montones de paja, y así los hay que creen en la reencarnación, los que no, los que siguen rituales tremendamente estrictos, los que tratan de evitar el sexo, los que en cambio lo buscan como vía de iluminación, etc. Es decir, lo convirtieron en religión con sus dogmas y su inflexibilidad. Pero la palabra de Buda original era:
- Duda de todo, no creas en nada porque sí, experimenta, comprúebalo e incluso entonces si ves algo nuevo, cambia tus ideas, que es lo más parecido a la ciencia occidental.
- Duḥkha: algo así como "la insatisfacción constante", son los pesares del pasado, la ansiedad por el futuro y la permanente necesidad de más, el deseo nunca satisfecho. Su actividad se centró en encontrar el modo de liberar al ser humano de esa insatisfacción, y ahora que se plantea en el mundo occidental la irracionalidad del capitalismo y sobre todo del consumismo compulsivo, no viene de más recordar que la prevención de ésto es parar la rueda del deseo, la codicia y el poder y sustituirla por el disfrute del presente y de lo que te viene dado, y de la meditación (en sentido oriental) como herramienta para dejar de atormentarse por el pasado y el futuro.
- La contingencia o impermanencia: nada persiste para siempre, asumir la "caducidad" de todo, incluída la propia vida, en este mundo como algo natural, y conseguir así el desapego, pues el apego es una de las fuentes más agrias de sufrimiento. Puede ser el apego a bienes materiales, a una posición de poder, a una pareja, a objetos de valor, cualquier cosa.
Yo no soy un experto, pero desde que he ido adentrándome en esa vía puedo decir sin dudarlo que soy más feliz, y más sereno, que me porto mejor con los demás y mi anterior angustia que creía crónica se va extinguiendo, y cada día soy capaz de disfrutar de más pequeños detalles sin necesidad de gastarme grandes cantidades de dinero en caprichos ni agarrarme la borrachera padre para "disfrutar a máximo" como se suele decir en la moda actual. Aunque como digo, soy un mero principiante, tampoco es que sea un lindo nenúfar, y hasta tengo mis días de mala leche, así que no me toqueis las narices
Comentarios
La mejor manera es con una guillotina cortando cabezas de hijos de puta.
He dicho.
#1, pero no te olvides de hacerlo sonriendo!!
Dice una cosa muy interesante: vivir en esta vida disfrutando. Los dogmas inculcados, como él dice, en este caso el catolicismo, te "invitan" a pasar esta vida en sufrimiento y sumisión para esperar la redención postmortem, lo cual es un instrumento del poder para mantenerte servil y esclavizado. El Budismo, al menos el original de Buda, que no era religión sino espiritualidad, sugiere vivir esta vida en el presente, disfrutándola y viviendo lo que te toca al día, sin los pesares del pasado ni las angustias del futuro, y sugiere de algún modo que éste es de hecho el paraiso: aprovecha tu vida y deja de estar esclavizado por los demás y por ti mismo.
Hay que reconocer que luego al budismo original, con el paso de los años y la extensión por todo oriente, se le añadieron montones de paja, y así los hay que creen en la reencarnación, los que no, los que siguen rituales tremendamente estrictos, los que tratan de evitar el sexo, los que en cambio lo buscan como vía de iluminación, etc. Es decir, lo convirtieron en religión con sus dogmas y su inflexibilidad. Pero la palabra de Buda original era:
- Duda de todo, no creas en nada porque sí, experimenta, comprúebalo e incluso entonces si ves algo nuevo, cambia tus ideas, que es lo más parecido a la ciencia occidental.
- Duḥkha: algo así como "la insatisfacción constante", son los pesares del pasado, la ansiedad por el futuro y la permanente necesidad de más, el deseo nunca satisfecho. Su actividad se centró en encontrar el modo de liberar al ser humano de esa insatisfacción, y ahora que se plantea en el mundo occidental la irracionalidad del capitalismo y sobre todo del consumismo compulsivo, no viene de más recordar que la prevención de ésto es parar la rueda del deseo, la codicia y el poder y sustituirla por el disfrute del presente y de lo que te viene dado, y de la meditación (en sentido oriental) como herramienta para dejar de atormentarse por el pasado y el futuro.
- La contingencia o impermanencia: nada persiste para siempre, asumir la "caducidad" de todo, incluída la propia vida, en este mundo como algo natural, y conseguir así el desapego, pues el apego es una de las fuentes más agrias de sufrimiento. Puede ser el apego a bienes materiales, a una posición de poder, a una pareja, a objetos de valor, cualquier cosa.
Yo no soy un experto, pero desde que he ido adentrándome en esa vía puedo decir sin dudarlo que soy más feliz, y más sereno, que me porto mejor con los demás y mi anterior angustia que creía crónica se va extinguiendo, y cada día soy capaz de disfrutar de más pequeños detalles sin necesidad de gastarme grandes cantidades de dinero en caprichos ni agarrarme la borrachera padre para "disfrutar a máximo" como se suele decir en la moda actual. Aunque como digo, soy un mero principiante, tampoco es que sea un lindo nenúfar, y hasta tengo mis días de mala leche, así que no me toqueis las narices