Hace 10 años | Por ireneofunes a revistamito.com
Publicado hace 10 años por ireneofunes a revistamito.com

En Abril de 2012 se conmemoraron 100 años del trágico naufragio del Titanic, sólo tres meses después del suceso del Costa Concordia. Al lado de la épica y la tragedia del Titanic, el Costa Concordia pareció una versión paródica y posmoderna del mítico naufragio en la que la tragedia, como en los esperpentos de Valle-Inclán, quedo deformada hasta lo cómico y lo grotesco.

Comentarios

Kantinero

Hundido en la orilla, melindroso, como quien se ahoga en un vaso de agua y combate su angustia con Prozac, como todos los que todos los días se hunden en su propio egoísmo en esta sociedad corrupta y no extienden la mano (no abren la mente) para encontrar un apoyo, ese apoyo que siempre está ahí, tan al alcance, por miedo o desidia o desesperanza. Sí, está hundido; sin embargo, la inclinada cubierta sigue exhibiendo, sonriente e hipócrita, su piscina y su tobogán multicolor.

Buenísimo artículo...

ireneofunes

"Como todas las cosas en nuestro nuevo siglo de sofistas posmodernos, de alquimistas de la palabra y arquitectos de la realidad social, el naufragio del Concordia fue un naufragio sin serlo: no naufragó hasta el fondo, hasta las últimas consecuencias, como el Titanic, sino que esbozó un seminaufragio, un simulacro; el barco quedó semisumergido teatralmente, como si quisiera estar a una cosa y a la otra, en misa y repicando, sin acabar de decidirse" Muy bien escrito..