No hay que matar al mensajero, pero sí denunciar a quien falta a la verdad de manera permanente. Son muchos los medios que se han hecho eco de lo que mal llaman ellos “la guerra” entre fumadores y no fumadores… ¿Guerra? Aquí no hay dos bandos: estamos los fumadores y no fumadores que creemos que en la hostelería hay sitio para todos y luego hay un grupo de presión que, por razones no declaradas, quiere echar a los fumadores de los bares.
"El Club de Fumadores, como ha repetido en numerosas ocasiones, es una asociación, sin ánimo de lucro e independiente y que sobrevive gracias a los casi 100.000 ciudadanos que se identifican con la organización y que son tanto fumadores como no fumadores que defienden la tolerancia y la convivencia entre todos sin perjudicar a nadie."
¡Qué buenos son! "Tolerancia", qué palabra más bonita. ¿Tolerancia a qué? "Sin perjudicar a nadie". Pero es que lo que fuman los demás me perjudica a mí, oiga. Entiendo que El Club de Fumadores persigue con saña a todo fumador responsable de que cada vez que salgo de juerga vuelva a casa con la ropa apestando a tabaco (y ni quiero imaginarme cómo estarán mis pulmones). Que ECF defiende mi derecho a "no ser perjudicado" cuando la comida y el vino que he pagado en el restaurante pierden su sabor porque mi olfato es agredido por el tabaco del vecino. Que la ECF vela porque los fumadores cuyo humo ha tragado durante años un fumador pasivo y que han causado que tenga cáncer de pulmón sin haber fumado nunca, le paguen los costes de su curación, o vayan a la cárcel por homicidio en caso contrario... ¿O es otra tolerancia la que defience ECF? ¿Quizá tolerancia por parte del fumador pasivo pisoteado, hacia el fumador prepotente y pisoteador?
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"El Club de Fumadores, como ha repetido en numerosas ocasiones, es una asociación, sin ánimo de lucro e independiente y que sobrevive gracias a los casi 100.000 ciudadanos que se identifican con la organización y que son tanto fumadores como no fumadores que defienden la tolerancia y la convivencia entre todos sin perjudicar a nadie."
¡Qué buenos son! "Tolerancia", qué palabra más bonita. ¿Tolerancia a qué? "Sin perjudicar a nadie". Pero es que lo que fuman los demás me perjudica a mí, oiga. Entiendo que El Club de Fumadores persigue con saña a todo fumador responsable de que cada vez que salgo de juerga vuelva a casa con la ropa apestando a tabaco (y ni quiero imaginarme cómo estarán mis pulmones). Que ECF defiende mi derecho a "no ser perjudicado" cuando la comida y el vino que he pagado en el restaurante pierden su sabor porque mi olfato es agredido por el tabaco del vecino. Que la ECF vela porque los fumadores cuyo humo ha tragado durante años un fumador pasivo y que han causado que tenga cáncer de pulmón sin haber fumado nunca, le paguen los costes de su curación, o vayan a la cárcel por homicidio en caso contrario... ¿O es otra tolerancia la que defience ECF? ¿Quizá tolerancia por parte del fumador pasivo pisoteado, hacia el fumador prepotente y pisoteador?