A veces voy a casa de mis padres. Viven en una ciudad pequeña, de unos 30.000 habitantes, de esas donde dicen que se respira una tranquilidad que ya quisieran los de Madrid. En fin, poca gente, poco estrés, poca contaminación y cero intimidad. El anonimato es misión imposible. Me decía un madrileño que la capital es anonimato para lo bueno y para lo malo. Ay, bendita invisibilidad; me importa un piminiento el anonimato para lo malo, le quiero con sus virtudes y defectos.
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La libertad hoy está en las ciudades mayores de 300,00 habitantes. Los pueblos y ciudades pequeñas, muy bucólicos, si, pero para fin de semana. Careces de intimidad, has de adaptarte y pertenecer a los grupos constituidos, y si tienes ideas propias, ya puedes irlas guardando.
"Calidad de vida" lo llaman. Calidad de vida es poder ser quien tú quieras, a todas horas. Y tener a mano opciones de diversificarte...
Soy madrileña, y conozco el campo. También he vivido en una ciudad pequeña... y me daba un poco la sensación de vivir en El Show de Truman. Supongo que el agobio que yo siento en ese tipo de sitios es equiparable al de quien viene a Madrid desde un pueblo.
Que cada cual elija lo que prefiera. Yo te doy la bienvenida a mi pequeña gran ciudad.
En el pueblo donde veraneo si te caes a la entrada de la calle, se han entaredado del incidente al final de la calle antes de que llegues. Y nadie saldrá para ayudarte a levantarte.
Hay muchas maneras de escurrirse, como irse por las ramas hasta el infinito, algo que detestan los "tomateros", manteniendo tu vida privada totalmente en el anonimato, a riesgo de que digan que no te has integrado, o dejando de participar en todos los regalos en fechas señaladas. Eso sí que es un golpe bajo para ellos, si no participas de sus juegos terminan por frustrarse, que no hartarse, seguirán hablando, pero no tendrán materias primas.
#3 Completamente de acuerdo con lo de El show de Truman! Parte de mi familia vive en León y por la calle conocen a todo el mundo y sus historias y todo el mundo conoce las tuyas! Y eso que los madrileños somos forasteros. Bendito anonimato de Madrid!
Como todo en esta vida todo tiene solución:
Don´t feed the troll