Se denomina tu quoque (locución latina que significa «tú también») al argumento que consiste en rechazar un razonamiento, o considerarlo falso, alegando la inconsistencia de quien lo propone. Es, por tanto, una variante de la falacia ad hominem, o ataque personal, mediante la cual se procura demostrar que una crítica o una objeción se aplica igualmente a la persona que la realiza, rechazándola sin entrar a analizarla.
Curioso uso que desconocía. Eso sí, recuerdo la que posiblemente es la frase más famosa que contiene esta locución, la que le dirigió un moribundo Julio Cesar a su hijo Bruto mientras caía apuñalado: "TV QVOQVE BRVTE"... tu también, Bruto.
#2 Thombjork me he permitido el lujo de cambiar el título porque en España se utiliza más comúnmente en la forma en que yo lo he puesto, con la misma intención que tú denuncias.
Pero si quieres que lo cambien a "Tú también" puedes pedirlo en la fisgona. Como autor del comentario tienes todo el derecho del mundo, faltaría más
Una pequeña reflexión que hice cuando supe de esta falacia en Filosofía, aunque sea un poco idiota: ¿No se basa(n) la(s) moda(s) en ello? Yo lo entiendo como "todos llevamos lo mismo, ¿por qué tú no?" Se que es una idiotez, pero bueno x'D
Sobre la falacia en sí, siempre ha estado de moda.
En una ocasión, siendo niño, mi hermana me narró una escena a la asistí como testigo, digna del mejor sainete:
mi hermana mayor hablaba por teléfono; mi hermano pequeño jugaba por ahí. El juego consistía en una pelea que terminaba finalmente con el lacónico: "Bruto: ¿tú también hijo mío?*
Casi de forma simultánea, la conversación telefónica de mi hermana se interrumpe al otro lado por un ruido, tras el que se oye: ¡hijo mío: también tú qué bruto eres!
Entonces pasó casi desapercibido. Pero la cosa tiene bastante guasa, la verdad
*N.del A.: traducción del original latino "Tu quoque, filli mei"
Para que su horror sea perfecto, César, acosado al pie de la estatua por lo impacientes puñales de sus amigos, descubre entre las caras y los aceros la de Marco Bruto, su protegido, acaso su hijo, y ya no se defiende y exclama: ¡Tú también, hijo mío!. Shakespeare y Quevedo recogen el patético grito.
Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías; diecinueve siglos después, en el sur de la provincia de Buenos Aires, un gaucho es agredido por otros gauchos y, al caer, reconoce a un ahijado suyo y le dice con mansa reconvención y lenta sorpresa (estas palabras hay que oírlas, no leerlas): ¡Pero, che! ...
Lo matan y no sabe que muere para que se repita una escena.
#1 Pues muchos españoles que comentan por aquí, lo tienen como uno de los primeros recursos ante noticias que apelen al nacionalismo, especialmente contra un par de países de habla inglesa.
Hay una variante que es aún peor, no es ya "y tú también", sino el "otros también".
Muy usada en Menéame. Especialmente en casos de política (corrupción; "otros partidos también tienen casos", nacionalismos; "también hay quien es nacionalista español", etc...)
Comentarios
Los españoles lo tenemos que sufrir frecuentemente en nuestros políticos
#2 Yo diría que todos los habitantes del mundo lo sufrimos de ese lado, aunque, no estamos libres de pecado tampoco
#0 Por cierto, he geolocalizado. Es que nadie sabe donde queda mi país
#1 Por desgracia creo que "frecuentemente" se queda corto
En ocasiones veo notas
Y aquí se ve algo de eso... ¡Yo no, ellos son peor!
¡Pues anda que tú!
Hay auténticos maestros en su uso. De hecho, es todo un arte hacerlo sin que lo parezca. Entonces se les llama lloricas.
Curioso uso que desconocía. Eso sí, recuerdo la que posiblemente es la frase más famosa que contiene esta locución, la que le dirigió un moribundo Julio Cesar a su hijo Bruto mientras caía apuñalado: "TV QVOQVE BRVTE"... tu también, Bruto.
Me lo has quitado, #8.
TV QVUQVE, FILI (Tú también, hijo)
¿Y alguien sabe cómo se llama la falacia del "haz lo que yo digo pero no hagas lo que yo hago"?
#2 Thombjork me he permitido el lujo de cambiar el título porque en España se utiliza más comúnmente en la forma en que yo lo he puesto, con la misma intención que tú denuncias.
Pero si quieres que lo cambien a "Tú también" puedes pedirlo en la fisgona. Como autor del comentario tienes todo el derecho del mundo, faltaría más
Una pequeña reflexión que hice cuando supe de esta falacia en Filosofía, aunque sea un poco idiota: ¿No se basa(n) la(s) moda(s) en ello? Yo lo entiendo como "todos llevamos lo mismo, ¿por qué tú no?" Se que es una idiotez, pero bueno x'D
Sobre la falacia en sí, siempre ha estado de moda.
#12 Eso está más próximo al http://es.wikipedia.org/wiki/Argumentum_ad_populum
#13, exacto, que no recordaba la falacia x'D
)
(WTF, si le he dado a editar
En una ocasión, siendo niño, mi hermana me narró una escena a la asistí como testigo, digna del mejor sainete:
mi hermana mayor hablaba por teléfono; mi hermano pequeño jugaba por ahí. El juego consistía en una pelea que terminaba finalmente con el lacónico: "Bruto: ¿tú también hijo mío?*
Casi de forma simultánea, la conversación telefónica de mi hermana se interrumpe al otro lado por un ruido, tras el que se oye: ¡hijo mío: también tú qué bruto eres!
Entonces pasó casi desapercibido. Pero la cosa tiene bastante guasa, la verdad
*N.del A.: traducción del original latino "Tu quoque, filli mei"
#15, ¿pero ya existía el teléfono?
#16 joputaaaaarrrlllll
#17 comentarios xenófobos, racistas o difamatorios causarán la anulación de la cuenta
Para que su horror sea perfecto, César, acosado al pie de la estatua por lo impacientes puñales de sus amigos, descubre entre las caras y los aceros la de Marco Bruto, su protegido, acaso su hijo, y ya no se defiende y exclama: ¡Tú también, hijo mío!. Shakespeare y Quevedo recogen el patético grito.
Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías; diecinueve siglos después, en el sur de la provincia de Buenos Aires, un gaucho es agredido por otros gauchos y, al caer, reconoce a un ahijado suyo y le dice con mansa reconvención y lenta sorpresa (estas palabras hay que oírlas, no leerlas): ¡Pero, che! ...
Lo matan y no sabe que muere para que se repita una escena.
La trama. Jorge Luis Borges.
Más conocido como "¡y tú más!".
Y también conocido como: "pos anda que tú..."
#2 me gusta el bucle,mi voto moral es para ti
#1 Pues muchos españoles que comentan por aquí, lo tienen como uno de los primeros recursos ante noticias que apelen al nacionalismo, especialmente contra un par de países de habla inglesa.
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Lo que se dice víctimas pocos lo son
Relacionada: "La OTAN ha causado más muertes de civiles que Israel"
"La OTAN ha causado más muertes de civiles qu...
cadenaser.comHay una variante que es aún peor, no es ya "y tú también", sino el "otros también".
Muy usada en Menéame. Especialmente en casos de política (corrupción; "otros partidos también tienen casos", nacionalismos; "también hay quien es nacionalista español", etc...)