A una semana de los comicios los sondeos han dado la sorpresa revelando el meteórico avance de Avigdor Lieberman, jefe del ultra- nacionalista Yisrael Beiteinu, que con una previsión de hasta 19 escaños, amenaza con desplazar al Laborismo de Ehud Barak como tercera fuerza política del país (obtendría entre 14 y 17 diputados). Y, si cabe, con superar al segundo clasificado, el Kadima de Tzipi Livni, al que se calculan de 22 a 25 parlamentarios. El crecimiento sería a costa del Likud (hoy, 27 escaños) de Netanyahu; una pesadilla para las alianzas
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ipsnoticias.netTengo tortícolis en el cuello, yo solo veo partidos a la derecha, más aún a la derecha, por allí a la ultraderecha y ... - ¡crock! -
Un análisis algo simplista: ocurre que Yisrael Beteinu es de derechas y no poco, pero que el problema principal para Netanyahu no es ése, es que es belicosamente laico y es eso lo que hace casi imposible reunir en un gobierno a Lieberman y a los líderes de los partidos religiosos ¿Cómo compaginar un partido que quiere legalizar el matrimonio civil con la contínua exigencia de toda clase de privilegios legales y prebendas presupuestarias de los partidos religiosos como el Shas?
Y como comentario aplicado a la situación de España, los continuos problemas de coaliciones en Israel vienen de que su ley electoral es rigidamente proporcional: si tienes un 1% de votos, tienes un 1% de escaños, que suena bien pero significa que cualquier grupúsculo radical derechas, de ixquierdas, étnico y/o religioso entra en el Parlamento, y que para conseguir una mayoría inestable (porque una estable es imposible) hay que hacer encaje de bolillos.