Hace 14 años | Por --108101-- a diariodesevilla.es
Publicado hace 14 años por --108101-- a diariodesevilla.es

Los fraudes inmobiliarios han llegado a la clausura. La comunidad de monjas agustinas que regenta el convento de San Leandro ha sido víctima de una presunta estafa que ha dejado en la ruina la economía de este cenobio y, sobre todo, imposibilita que estas religiosas puedan acudir, por ahora, a otra fuente de ingresos que no sea la venta de sus conocidas yemas. El asunto se encuentra ya en proceso judicial, a la espera de que los tribunales dicten en próximas fechas una sentencia.

Comentarios

stygyan

La entradilla está mal, me temo. No es un fraude inmobiliario, es un fraude de construcción; al leerla lo primero que pensé es "¿Y qué coño hacen unas monjitas invirtiendo en ladrillo?".

Menos mal que se me ocurrió leerla antes de comentar, ehem.

El resumen es: les dijeron un presupuesto para unas obras (querían hacer una residencia para estudiantes), y les quieren cobrar otro que cuesta tres veces lo que el anterior.

Ahora la pregunta es, ¿quién podría tener ganas de vivir en una residencia de monjitas? ¡Si cuando te vas de casa lo que quieres es aprovechar para follar y emborracharte!

xpatricia

+ No me dan pena cuatro monjas, que tengan que trabajar el doble, así estamos la mitad de los españoles para sacar cuatro duros y soportar la hipoteca.

+ No me dan pena cuatro mnojas, que hacen voto de pobreza. Pongo mi mano en el fuego que éstas no se mueren de hambre ni se quedan sin asilo, la iglesia está sobrada de dinero y bienes inmobiliarios ¿verdad Rouco?

xpatricia

#4 Si 40.000 euros te parece un dinerillo... por otra parte, me he leido la noticia y quería saber yo si tú habías leído mi comentario, dónde digo yo que las monjas sean ricas, lo que digo es que pobres no son.

D

La entradilla está copiada de la noticia original.

D

#3 Si te has leído la noticia estas monjas se financian vendiendo dulces y pretendían sacar un dinerillo extra habilitando algunas dependecias como residencia de estudiantes. No sé donde está la riqueza de estas monjas. No pienses que toda la Iglesia es Rouco y oropeles.