Marcos Marcelo Olvera Mora es ecuatoriano. Tiene 35 años. Hace cuatro años abandonó su país para inmigrar a España y hace dos que vino a Palma. Ha tomado una drástica decisión: está dispuesto a vender su riñón para sufragar los gastos de la operación de su padre, de 80 años, enfermo de Parkinson, que vive con su esposa en Ecuador. "Ha sido un buen padre y tengo que hacer algo por él", justifica. Hace un mes que publicó un anuncio en Internet ofreciendo la venta del riñón, sin ser muy consciente de que se trata de una propuesta ilegal.