Hace 14 años | Por --152545-- a lavozdegalicia.es
Publicado hace 14 años por --152545-- a lavozdegalicia.es

Desde la cama de la habitación 708 en el Hospital Universitario, la inglesa Rose Mary M. pidió ayer un zumo de naranja dos días después de ser operada por una rotura de cadera. Las enfermeras complacieron sus deseos y le llevaron un brik. Pero la mujer, lejos de agradecerlo, se quejó de que la bebida no fuese natural: «Esto es horrible. No me había pasado nunca». Pertenece a la aristocracia londinense y con su edad vino a conocer la atención sanitaria gratuita; esa misma que muchos de sus compatriotas elogian y utilizan por su calidad.

Comentarios

DexterMorgan

Oigh, y seguro que tampoco tenían té helado. Vamos, que horror.

erlik

Un par de caretos de Juancar pegados en la frente y a tomar por culo pa Inglaterra.