Hace 12 años | Por Brufux a politica.elpais.com
Publicado hace 12 años por Brufux a politica.elpais.com

Relato de un grupo de curas que abrió fosas de fusilados y reprobó la actitud de la Iglesia con Franco. “Participé en muchas exhumaciones. Era muy impactante. Las viudas decían: ‘Ese es mi marido, que era un poco chambo’, ‘ese otro es el mío, que le puse yo esa medallita...”, recuerda hoy Victorino Aranguren, sacerdote, de 80 años. “Besaban los huesos como si fueran reliquias y me pedían que los besara yo también. Todos tenían el cráneo agujereado por el tiro de gracia”.

Comentarios

Constancio

Gente de buen corazón en la organización equivocada.

D

El titular parece sacado de un gag de Chiquito