Hace 5 años | Por kalpox a lareplica.es
Publicado hace 5 años por kalpox a lareplica.es

Cuando vivía con mis padres, comíamos los cuatro, o los cinco, según el día, en la cocina. Nos lo pasábamos bien: cada uno intentaba decir una chorrada más gorda, aunque yo figuraba siempre entre los favoritos. Una vez al mes, a eso de las tres de la tarde, sonaba el telefonillo, o el porterillo electrónico.

Comentarios

D

No la veo muy ilustrativa, la verdad, con decirle a que hora tenía que ir, seguro que el hombre lo hacía.