Hace 2 años | Por norton a elmundotoday.com
Publicado hace 2 años por norton a elmundotoday.com

El pasado domingo, en la iglesia de la parroquia de Cabezón de la Sal, en Cantabria, el padre Javier echó Coca-Cola al vino de misa e inventó el “calizmocho”. La bebida enseguida se ha popularizado entre los feligreses y la mayoría de ellos incluso repitió su visita al altar para poder degustar de nuevo ese brebaje al que ya denominan “el nuevo milagro de Dios”.

Comentarios

alexwing

Si el pan es el cuerpo y el vino es la sangre, la coca cola es la "chispa" de Cristo.

D

Yo aún prefiero el yogurlado.

RoterHahn

Que deje de echar vino don simón al cáliz, coñe. Con un buen rioja se le pasaba la tontería.