El inspector llegó como siempre, montado en un unicornio de 3 patas. Vestía sus atavíos reales para tratar con la aristocracia: una camiseta del Pryca (Edición mundial de 1936), una cresta mohicana rosa y un tatuaje en el brazo con un viejo refrán oriental en letras chinas: “Si hay camiones aparcados, se come bien”.
#1 Pues yo he terminado de leer la entradilla, descarté abrir el envío; me puse a leer el comentario y me he ahorrado un click, ensuciar mi historial.
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Comentarios
Pero qué cojones acabo de leer, primo.....?
#2
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Espero que esté generado con Chat-GPT. Pero lo de "El mismísimo Rodrigo Díaz de Vivar, alias el niño rata campero." me ganó para siempre.