Mientras startups como Uber o Snapchat han obtenido enormes valoraciones, parece que otro sector está siendo sobrecalentado. Las grandes farmacéuticas han metido miles de millones en compañías especulativas que nunca han producido un fármaco viable. En 4 años, las acciones de biotecnología han crecido más rápido que cualquier otro sector en el mercado en los Estados Unidos. Deuda barata, un frenesí de publicidad para investigaciones que aún no han generado ningún producto y el precio obsceno de los medicamentos sólo añaden más leña al fuego.
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Y cuando alguien consigue desarrollar algo, por ejemplo, una cura contra la hepatitis C, los perroflautas encima les saltan al cuello exigiendo que lo regalen.
Los expertos económicos. Casi hacer lo contrario es lo que hay que hacer.