La misantropía demente y genocida está rebien mientras la puedas masticar en solitario, arrinconado en un archipiélago de angustia con tus basuras e inquina, pero es una mala jugada si tienes que pasar tres horas en un chikipark. O sea: esas cosas son perniciosísimas para la salud. Tener hijos te enseña a odiar menos, o como mínimo a disimularlo mejor que hasta la fecha. Lo de permanecer en un rincón del patio mascullando para uno mismo y jurando venganza quedó en 3º de BUP: ahora te jorobas y vas a discutir sobre motocicletas veloces...
|
etiquetas: paternidad , maternidad , rutinas