Este año el fuego se embraveció en septiembre, época de máximo riesgo de incendios forestales según consta en el Pladiga, el plan de incendios de la Consellería de Medio Rural. Pero a medida que las llamas van asolando numerosos núcleos forestales (fundamentalmente en la provincia de Ourense), la empresa pública Seaga va despidiendo a los trabajadores. Los brigadistas dejan la manguera, entregan sus equipos de protección al capataz y se van para sus casas mientras las llamas siguen creciendo a sus espaldas. Relacionada
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