China ha fraguado un sutil, pero significativo cambio en la inversión de sus reservas de divisas, una señal de cómo está dispuesta a actuar en cuanto a las preocupaciones acerca de financiar una explosión de deuda estadounidense. Pekín ha sido por lejos el mayor comprador individual de bonos del Tesoro estadounidense durante el último año, pero le ha dado la espalda a la deuda larga estadounidense en favor de vencimientos más cortos.